Como sacada de una película de crímenes , los delincuentes utilizaron el lugar para continuar con su trabajo.
Cada vez que aparecen asesinatos, secuestros y macabros hallazgos en las noticas es imposible no pensar en todos aquellos referentes del mundo del entretenimiento que han servido de inspiración para más de uno.
Ya sean historias de tiempo atrás o más recientes, la idea de asesinatos no pasa de moda en los titulares del mundo. Aunque es más constante en unos lugares que en otros, difícilmente habrá un día en el alguna noticias de estas acapare la atención.
En Colombia es increíble lo normal que puede ser leer escabrosos titulares o escuchar que mataron, lastimaron, robaron o algo le hicieron a alguien a diario. La costumbre es algo que todos se deberían cuestionar.
Como prueba de ello llega un nuevo caso que puede catalogarse como insólito, pues unos delincuentes asesinaron al dueño de un apartamento y tomaron el lugar como su centro de operaciones, como si se tratara de una sede más de sus oficinas. Y allí, cometieron un secuestro.
El hecho cinematográfico ocurrió en una casa del barrio Bilbao de la localidad de Suba en Bogotá. Allí los malos de la historia llegaron y asesinaron, como si se tratara de esas películas de acción en las que el muerto sale barato, al dueño de la vivienda.
De acuerdo al reporte de la Policía Metropolitana, la banda se habría apoderado del lugar y tras asesinar a su propietario escondieron su cuerpo debajo de una cama. Esto podría ser parte de una de esas escenas en la que los protagonistas llegan y el olor delata que hay un cadáver en descomposición oculto en algún lugar.
Ahora, para hacer más real y que si fuese una película diría “basado en hechos reales”, el relato de la víctima parece sacado de un diálogo que tendría este con las autoridades en una estación de Policía. El personaje en cuestión era un ingeniero que secuestraron y llevaron a la casa, propiedad de aquel que estaba bajo la cama.
“Me llevan a Bilbao. Cuando me meten a la casa me ponen en una cama, supuestamente, yo ya iba vendado los ojos, me dicen que me acueste bocabajo con las manos atrás y alguien le dice a una muchacha que me empiece a amarrar como al otro. Efectivamente, me empiezan a amarrar las piernas a la altura de los tobillos con cinta”.
¿Cómo se frustró el crimen? como suele pasar en los filmes, un vecino o un familiar decide ir al lugar de los hechos para preguntar por la persona desparecida. En este caso fue un familiar del propietario de la casa que llegó a buscarlo. Los delincuentes decidieron huir espontáneamente con el secuestrado.
En el momento de escape, la victima reúne todo su valor y se salva. En este momento cumbre del desenlace, el ingeniero abre la puerta del carro en movimiento y si tira. “Antes de levantarme empiezo a gritarle a la patrulla: ‘oficiales, por favor, ayúdenme, que estos me tenían secuestrado, ayúdenme que me van a matar’”, relató.
Otros de los personajes claves de estas escenas son los testigos, es decir, los vecinos que justamente pasaban por su ventana y se quedaron viendo lo que pasaba. Una de estas personas aseveró que un policía le dijo que no saliera porque estaban en un operativo por un asesinato y un secuestro.
¿Y el final? en esta oportunidad fue en aquellos en los que sale la frase: “el crimen siempre paga”. Los delincuentes no aceptaron los cargos y fueron enviados a la cárcel.