Este sujeto había sido condenado a 45 años de prisión por el delito de homicidio agravado.
En octubre del año pasado el país estaba lamentando la muerte de Gabriel Esteban, un menor de cinco años de edad que fue asesinado a manos de su propio padre identificado como Gabriel González Cubillos, en un hotel de Melgar, Tolima.
Tras realizar las respectivas investigaciones del caso, el sujeto acusado de acabar con la vida de su hijo fue condenado a 45 años de prisión por el delito de homicidio agravado, condena que estaba pagando en la cárcel de Picaleña de Ibagué.
No obstante, el pasado domingo 26 de marzo fue internado en una UCI del hospital Federico Lleras Acosta por intoxicación sobre las 21:30 horas, según el médico tratante.
Al siguiente día de haber ingresado a urgencias, el centro médico confirmó el fallecimiento de Cubillos. “Confirmamos el fallecimiento sobre las 3:35 a. m. de este martes en el hospital Federico Lleras Acosta. El paciente de 50 años que fue remitido desde el Coiba de Picaleña por ingesta de medicamentos con una intención suicida”, comentó Luis Eduardo González, gerente del centro asistencial a Caracol Radio.
De acuerdo con el reporte e información que brindaron funcionarios del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec), el sujeto habría consumido más de 300 tabletas de antidepresivos y antihipertensivos.
“El proceso de atención se dio por terapia intensiva, su pronostico fue reservado, no evolucionó luego de la ingesta de medicamentos”, agregó González a la cadena radial.
El asesinato del menor que consternó a Colombia se produjo el 3 de octubre de 2022, según testimonios, como una venganza por parte el sujeto a su expareja, de quien se había separado hace cinco meses.
Gabriel Cubillos tenía todo planeado; prueba de ello son los videos que guardó en una memoria USB para que la madre del pequeño los viera mientras él pasaba un fin de semana con su hijo en un hotel de Melgar con la promesa de compartir tiempo juntos, sin embargo, fue allí donde acabó con su vida.
En una de las grabaciones, el hombre le reprochaba a la mujer varias cosas acerca de su relación y el motivo por el cual habían terminado y en el otro le advirtió sobre el macabro crimen que tenía entre manos. Lamentablemente, cuando la mujer acudió a las autoridades en busca de ayuda para ubicar a Cubillos y a su hijo, ya era demasiado tarde.
Al ser detenido por la Policía, el sujeto intentó evadir su captura ofreciendo $50 000 pesos a los uniformados para que lo dejaran ir, pero finalmente decidió aceptar cargos por la muerte de su hijo y confesó haberlo hecho en venganza contra su expareja. Por su parte, Medicina Leal informó que el niño murió por asfixia mecánica.
A Cubillos el ente acusador le imputó el delito de homicidio agravado basado en el material probatorio que logró recolectar con un grupo especial del que hicieron parte más de 45 agentes del CTI e integrantes de la Sijín de la Policía de Tolima.
En el momento que González Cubillos fue condenado, la Fiscalía General de la Nación resaltó que esta sería la primera vez en Colombia que se lograba “probar que el homicidio de un niño por parte de su padre se realiza para generar dolor y sufrimiento a su expareja, lo que se denomina por la doctrina como violencia vicaria”.
Del mismo modo, el ente investigador señaló que “los elementos materiales probatorios recaudados por la Fiscalía dan cuenta de que la madre del niño venía siendo sometida a un ciclo de violencia”, de hecho, tras asfixiar al menor, este hombre le envió una fotografía a la mujer por medio de WhatsApp en la que se veía el cuerpo de su hijo sobre unas sábanas blancas con un mensaje que decía: “No sufrió. Ahora sí puedes disfrutar sola con Edilson y Wesly sin tricitico y mucho menos yo. Felicidades”.