Un drama que no solo sufre este país sino que se ha esparcido por todo el mundo.
Por Tony GAMAL-GABRIEL AFP
Durante siete años, Mohamed de 23 años, ingirió unas diez tabletas de captagón diariamente, por lo que ahora quiere liberarse de una adicción que lo puede llevar a la muerte o a una prisión de Irak, donde se libra una guerra contra los estupefacientes.
País limítrofe de Irán, Siria y Arabia Saudita, Irak ha sido durante mucho tiempo un país de tránsito de las drogas, pero en los últimos años, se ha disparado el consumo.
Para remediarlo, el gobierno centra su atención en los toxicómanos y abrió tres centros de rehabilitación en al-Anbar (oeste), Kirkuk (norte) y Najaf (centro), en los que acoge a drogadictos que han sido arrestados, para separarlos de los traficantes en prisión. Una experiencia que las autoridades quieren extender a otras provincias.
Los narcóticos más comunes son la metanfetamina, que viene de Afganistán o Irán, y el captagón, de tipo anfetamínico, producido a escala industrial en Siria, que cruza la frontera con Irak para inundar las ricas monarquías del Golfo, principalmente Arabia Saudita, el más importante mercado de consumo.
El Centro de Rehabilitación social Al-Canal es una clínica de desintoxicación del Ministerio de salud, inaugurada en abril, en Bagdad, que recibe actualmente a unos cuarenta pacientes, que llegan por iniciativa propia. Uno de ellos es Mohamed, que toma diariamente entre “diez y doce” pastillas de captagón, dice bajo seudónimo.
“Te hace dinámico, te da energía y te mantiene despierto”, dijo a AFP este chico proveniente de Al-Anbar, una provincia desértica del oeste de Irak, fronteriza con Siria y agrega que “está en todas partes”, ya que una pastilla vale dos dólares.
Pasó dos semanas en el Centro, volvió a casa y más tarde regresó al centro temiendo volver a caer en la tentación, porque el captagón “te lleva a la prisión o a la muerte”, asegura este empleado de una tienda de alimentación.
El centro tiene una sección para hombres y otra para mujeres. Las estancias duran cerca de un mes y los pacientes reciben apoyo psicológico. Cuando son dados de alta, regresan semanalmente para un seguimiento de seis meses.
“Recibimos a todas las edades”, indica el director del Centro, Abdel Karim Sadeq Karim, aunque la mayoría de sus pacientes están entre los veinte años y consumen metanfetamina, principalmente. “Desde la primera dosis hay adicción”, dice.
“Es un flagelo que destruye totalmente al individuo”, confirma su adjunto Ali Abdallah y precisa que el consumo de drogas aumentó después de 2016. De hecho, las fuerzas de seguridad iraquíes anuncian casi a diario redadas y detenciones.
Entre octubre de 2022 y junio de 2023, más de 10.000 personas fueron detenidas por “delitos relacionados con estupefacientes: traficantes, transportistas, revendedores o consumidores”, dijo a AFP el portavoz de la Dirección de narcóticos y estupefacientes, Hussein al-Tamimi.
Esta Dirección ha incautado 10 millones de pastillas de captagón y 500 kilogramos de estupefacientes, entre ellos, unos 385 kilogramos de metanfetamina.
El éxito de las operaciones se debe a una mayor cooperación regional, a la recopilación de información y a la inteligencia.
Según cifras oficiales, recopiladas por AFP, al menos 110 millones de tabletas de captagón se incautaron en Medio Oriente en 2023.
Irak se ha convertido en una importante zona de tránsito de captagón porque la vecina Jordania, otro país de paso, ha reforzado sus fronteras y no duda en abrir fuego contra los traficantes, indica a AFP un diplomático occidental en Bagdad.
Entonces, para financiar los derechos de paso, los traficantes revenden la droga en territorio iraquí y es así como han instalado un consumo local.
“Potencialmente esto puede representar un verdadero mercado, si hay expansión económica y aumento del poder adquisitivo”, precisa una fuente anónima haciendo hincapié en el alto porcentaje de jóvenes de una población de 43 millones de habitantes.
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