El proyecto fiscal pasó el primer debate y con eso se empieza a concretar la posibilidad de que las iglesias tenga que pagar impuestos.
Las comisiones económicas del Congreso de la República aprobaron este jueves el proyecto de reforma tributaria presentado el primer día de trabajo por el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo y respaldado por el presidente Gustavo Petro.
Aunque este proyecto generó discordia entre algunos sectores, el Congreso pasó el documento a los siguientes debates sin ninguna modificación aparente, por lo que los puntos que fueron criticados por una parte de la ciudadanía se mantienen.
Este proyecto tiene como objetivo principal que tras su pronta aprobación por parte del legislativo, el país logre recaudar en un año más de 22 billones de pesos para poder financiar proyectos y, por supuesto, subsanar deudas que el país tiene pendientes.
Sin embargo, en la discusión y votación del documento que duró más de diez horas sí hubo una variación, pues se presentaron una serie de proposiciones entre las cuáles estuvo la de incluir a las iglesias dentro de las instituciones que deben empezar a pagar impuestos.
Una de las ponentes de esta idea fue la congresista Katherine Miranda, quien a través de su cuenta de Twitter celebró que haya sido incluida dentro de la reforma y que ahora avance a otras discusiones, pero destacó que esta novedad es un gran paso.
“Estamos muy felices con la aprobación de nuestro artículo que le pone impuesto a las iglesias. Es un impuesto a la renta del 20 % para todas las actividades económicas por fuera del rito, culto, beneficencia o educación. Es un gran avance por si algunas iglesias se comportan como empresas, pues que paguen como empresas”, destacó la congresista.
Aunque todavía no está decidido de manera definitiva, muchos se han quejado por el tema, ya que podrá a pagar a las iglesias una renta por su labor considerando que muchas reciben ingresos bastante altos y algunas se han enriquecido a través de la fe de los creyentes.
No obstante, dentro de la proposición se dejó especificado que hay una excepción para esto y son aquellos templos que demuestren que todos sus ingresos están destinados a causas sociales y de funcionamiento de la misma iglesia.
Tal como destacó el documento presentado por el congreso la excepción será para aquellas iglesias “reconocidas por el Ministerio del Interior o por la ley, respecto a los ingresos provenientes de actividades asociadas al oficio religioso, al culto, al rito, a prácticas que promuevan el apego de los sentimientos religiosos en el cuerpo social o actividades de educación o beneficencia”.