Se trata de una moneda que le hace homenaje a Policarpa Salavarrieta y ya se encuentra en circulación
En conmemoración a la heroína de la Independencia, Policarpa Salavarrieta, quien fue fusilada en noviembre de 1817 en la Plaza Mayor de Santafé de Bogotá, este martes 10 de enero de 2023, el Banco de la República de Colombia puso en circulación la moneda de $10.000.
De acuerdo con el Banco, lo que quieren es exaltar el personaje de Policarpa, como una de más mujeres más valiosas y recordadas de la historia. Entonces para enaltecer su fallecimiento, con sus últimas palabras: “Muero por defender los derechos de mi patria”; el Banco puso a circular la moneda que se puede usar en cualquier parte a nivel nacional.
La elaboración de esta moneda estuvo a cargo del pintor José María Espinosa, inspirado en piezas de colección con el retrato de la Pola por una cara y por la otra, la casa donde vivió en el municipio de Guaduas.
La situación fue que más de 3 mil personas se acercaron al edificio de Tesorería del Banco de la República para poder obtener alguna de las 20.000 piezas de colección, esto hizo que se formara una interminable fila.
Así mismo, sucedió en Tunja y Villavicencio, según el portal de Caracol. Hasta donde se sabe estaban personalidades haciendo fila, como Luis Ceballos, coleccionista, “el reconocimiento a la Pola eran más que merecido en su bicentenario, desde el Banco Central han debido hacer una emisión más grande o una nueva emisión, para que las personas que como yo, que no vamos a alcanzar, podamos obtener una moneda”, indicó Ceballos a Caracol.
Otras personas como Harbinson Castellanos estaban haciendo fila desde la madrugada, hasta las 11 de la mañana, sin saber si lo lograrían, otros en cambio lograron salir de la Tesorería con el innovador objeto de transacción, “estuvo mal organizado. Se coló mucho la gente. Los que llegan de últimas quieren salir, mejor dicho, menos mal ya salí de eso”, indicó Nelsi Martínez, al mismo medio.
Javier Rojas dijo también: “hay cosas que no tienen precio. Esta moneda tiene un valor sentimental de poderla llevar a la casa y compartirla con las otras monedas que tengo y que han salido en los últimos 6 o 7 años”.
Así mismo, los desesperados que sabían que de los 1.000 turnos que habían seguramente no podrían alcanzar -así hicieran la fila-, no perdieron la esperanza y se ofrecieron a comprarla. David Ayure, le dijo a Caracol: “ya llevo dos horas esperando a ver quién me la vende. Soy capaz de ofrecer entre $300.000 y $400.000″.