La historia de la familia Díaz, que brutalmente fue asesinada, ha consternado a muchos.
Consternación el país con el hallazgo en las últimas horas de los cuerpos sin vida de unas cuatro personas, que fueron encontradas en Landázuri, en Santander.
Según se pudo conocer, las víctimas de esta masacre son el profesor Álvaro Díaz, conocido en la región, y de su familia (esposa y dos hijos).
Detallan que las personas fueron torturadas, asesinadas y calcinadas al interior de su vivienda, donde justamente sus cuerpos fueron encontrados.
“Seguimos lamentando este grave hecho, que enloda la imagen de este bello municipio y que acabó con la vida de Álvaro Gómez Pineda, su esposa Loiden Acuña Pérez, su hija Karen Julieth Díaz Acuña (13 años) y su hijo Juan Sebastián Díaz Acuña”, indicó el alcalde del municipio, Marlon Ballén.
Ahora se conoció el relato de la única sobreviviente de la masacre, quien dio detalles de los aterradores momentos que vivió, esto se conoció gracias a los detalles que dio un miembro del cuerpo investigador a El Tiempo.
Se trata de una mujer, que trabajaba en la tienda del profesor Díaz, quien relató a las autoridades los aterradores momentos que vivió en la madrugada de este domingo.
Según manifestó la mujer, todo se habría dado por la deuda de unos $22 millones, justo lo que habría causado de la tragedia.
Justo sobre este préstamo, el cual fue entregado a unos hombres para un negocio, fue el tema de conversación del pasado sábado, donde al señor Díaz, le habían manifestado que le pagarían en unos días, porque esa noche era de celebración.
La sobreviviente comentó que ella se fue a dormir, cuando empezó a escuchar aterradores gritos.
“No me vayan a matar, si yo lo que les hice fue un favor con esa plata, no sean tan...”, fueron las palabras que la mujer escucho y que la hicieron levantarse, al momento en que llegó a la escena, vio como “la niña de 13 años se abalanzó para proteger al papá y los hombres la atacaron con arma blanca, lo mismo pasó con el otro hijo”.
Según comentó la ciudadana que sobrevivió, no acabaron con su vida porque uno de los atacantes la había pretendido, por lo que al verla, le dijo a sus cómplices que no le hicieran nada.
Tras los ataques, los delincuentes, que se presume serían extranjeros, prendieron fuego al lugar, para posteriormente huir. Fue en ese momento que la mujer pudo salir corriendo a dar aviso a las autoridades, aunque ya no había mucho por hacer.