Conozca de qué se trata este impuesto.
La reforma tributaria es uno de los temas de los que más se está hablando ahorita y entre las categorías que más preocupan son los relacionados con los alimentos, sobre todo porque el Senado de la República aprobó la reforma tributaria del gobierno de Gustavo Petro miércoles.
En esta reforma hay un nuevo impuesto a los envases, embalajes y empaques plásticos de un solo uso equivalente a 1.9 pesos por gramo de plástico utilizado.
De acuerdo con Acoplástico, el impuesto se cobrará a productos como sacos y demás empaques agrícolas usados para transportar productos como papa, cebolla, tomates, naranjas, zanahorias, entre muchos más, lo que incrementará el precio final de estos bienes de consumo básico. Además, también están incluidos alimentos de la canasta básica como las lentejas, los frijoles y el arroz.
Por lo anterior, la representante a la Cámara, Jennifer Pedraza, expresó su inconformidad, sobre todo en estos últimos alimentos que son vitales para algo tan necesario como lo es un corrientazo, del que viven muchas familias y con lo que los colombianos se alimentan a diario.
“¿Sabían que en el Congreso propusimos excluir los alimentos de la canasta básica como lentejas, frijoles y arroz del impuesto a plásticos de un solo uso y el Gobierno de Gustavo Petro no lo permitió? Doble Moral es incumplir lo que prometieron en campaña”, expresó la representante a la Cámara a través de sus redes sociales.
Uno de los alimentos que también fue incluido en la lista de ultraprocesados de la reforma tributaria es el pan. Lo que significa que en caso de ser aprobada por el congreso, será grabado con el impuesto saludable.
De acuerdo con expertos, esto dispararía su precio final dentro de los últimos 24 meses. Es decir, que se aplicaría un impuesto del 10 % en el 2023, del 15 % en el 2024 y finalmente quedaría en un 20 % en el 2025.
Cabe mencionar que según el texto oficial de la Reforma Tributaria, este impuesto se aplicaría a productores con ingresos anuales superiores a los 380 millones de pesos, lo que le permitirá a las panaderías de barrio salir libradas.