¿Ahorrar o invertir? Le contamos cuáles son las diferencias entre estos dos métodos de ahorro para que tome la decisión.
Si se encuentra en duda sobre lo que debería hacer con el dinero que puede ahorrar o invertir para generar ganancias y no sabe si seguir dejándolo en una cuenta de banco o dirigirlo a un CDT, le contamos cuáles son las diferencias entre estos dos métodos de ahorro, cómo funcionan y cuál le podría generar mayor rentabilidad para que al final tome la decisión que mejor le parezca.
En primera instancia, recordemos que una cuenta de ahorro es un tipo de depósito financiero que genera una rentabilidad en forma de intereses a cambio de depositar el dinero en la cuenta. Además, el acceso a ese capital siempre será posible y resulta ser más confiable para quienes solo buscan proteger su salud financiera en el futuro asumiendo los menores riesgos posibles en el presente.
La rentabilidad que genera este método de ahorro viene definida sobre todo el tiempo que el dinero permanezca en la cuenta en función de la periodicidad del cobro de intereses que puede ser mensual, trimestral o anual. De hecho, también pueden cobrarse de forma uniforme, siempre con el mismo porcentaje o por partes progresivas, explica Business Insider.
En vista de que la disponibilidad para retirar el dinero es inmediata, se habla de un producto de gran liquidez que permite realizar transferencias de dinero a otra cuenta, incrementar los ahorros, pero no contratar una tarjeta de crédito o débito, domiciliar la nómina, domiciliar recibos o utilizar cajeros automáticos.
De acuerdo con lo anterior, es importante que tenga en cuenta que las principales características de una cuenta de ahorro son; liquidez y disponibilidad de dinero, transparencia y seguridad, acumulación y planificación que, a diferencia de una cuenta corriente, hace posible el ahorro sin domiciliar nóminas o pensiones, sin pagar comisiones y sin contratar otros productos.
Sobre los CDT o certificados de depósito a término, BBVA explica que se trata de “un documento en el que consta que ha dejado a cargo del banco un dinero por un tiempo determinado y que luego de que este tiempo transcurra podrá recibirlo de vuelta junto a una suma adicional producto de la rentabilidad”.
En otras palabras, se podría definir como un préstamo que se realiza por medio de una de las formas más seguras y tradiciones para ahorrar en el sistema financiero que si bien es cierto podría generar una mayor rentabilidad sin mucho esfuerzo, también podría generar controversias... ¿por qué?
Lo primero que debe tener en cuenta es que no todos los CDT funcionan de la misma forma debido a que hay diferentes alternativas en las que varía el plazo y el promedio de la ganancia dependiendo de sus propias necesidades.
De hecho, quienes están en contra de los CDT indican que estos generan bajos retornos de inversión y de una u otra forma lo que hacen es ‘estancar’ el patrimonio. Sin embargo, también hay quienes los defienden ya que consideran que son una herramienta de ahorro con rentabilidad asegurada.
Frente a estas dos perspectivas, lo que principalmente genera un debate sobre los CDT es encontrar realmente el momento indicado para invertir en ellos, es decir, cuando observe que tiene un excedente de ingresos y sienta que puede ‘poner a trabajar’ ese dinero sin necesidad de acceder a este de forma inmediata.
Esta inversión a plazo fijo genera rendimientos a una tasa de interés que se define previamente con la entidad bancaria y que se fija o varía en base a los indicadores como DTF, inflación, IBR, entre otros.
Teniendo en cuenta esta información, se podría concluir que los CDTs generan más rentabilidad que una cuenta de ahorro, sin embargo, la inflación puede afectar y por ende se recomienda no depositar grandes sumas de dinero en caso de asumir el riesgo.