El testimonio de este sujeto es considerado como una pieza clave para esclarecer el caso y tener evidencias en contra de los delincuentes.
En la mañana del pasado jueves 12 de enero se llevó a cabo la primera parte del juicio oral que revisa el caso del asesinato de la periodista de la ONU, Natalia Castillo, quien perdió la vida en medio de un robo en la madrugada del 23 de diciembre de 2021 en el sector de Galerías en Bogotá.
Durante esta audiencia la Fiscalía General presentó diversos testigos con el objetivo de tener evidencias en contra de los delincuentes, especialmente sobre la participación de Ángel Rolando Colina Lugo, alias ´Ángelo´. Así las cosas, entre las personas entrevistadas una sería clave para la identificación del responsable del caso.
Se trata de Javier Enrique Ramírez Gómez quien, de acuerdo con el ente acusador, fue el responsable de sacar el dinero que los atracadores robaron de la cuenta de Andrés Julián Moreno, uno de los testigos del hecho que se encontraba con la comunicadora cuando le dispararon y quien fue el encargado de llamar a la ambulancia.
Este hombre relató desde la cárcel La Modelo de Bogotá que escuchó de uno de los presuntos integrantes de la banda dedicada al robo de celulares en Bogotá, que Ángel Rolando Colina, había llevado un celular hurtado a la localidad de Santa Fe y este sería el móvil perteneciente a Natalia.
“Me encontraba en mi casa y a las 4 de la mañana Efrain me llamó para que hiciera un retiro desde un cajero automático. Me dijeron que había una cantidad y que me iban a dar una comisión”, dijo durante el interrogatorio y agregó: “Solo me dijo que Ángelo Rolando y unos amigos habían conseguido el celular y que debía retirar 600.000 pesos”.
“Él llegó diciendo que estaba caliente la vuelta y que el celular era robado, pero se podía hackear y desocupar las cuentas bancarias en cajeros automáticos o hacer compras por internet”, señaló Ramírez en su confesión.
Como parte de la evidencia la Fiscalía también presentó el informe de la necropsia que realizó el Instituto de Medicina Legal, donde se explica qué tipo de proyectil retiraron los forenses del cuerpo de la joven, así como los videos de las cámaras de seguridad del sector que muestran cómo los implicados llegaron al sitio donde se presentó el atraco y posteriormente el recorrido que hicieron en un vehículo después de lo sucedido.
Entre los testigos también habló Emily Quevedo, la compañera de trabajo de la periodista que también fue testigo de este acto violento, así como su mamá, la señora María Emma Preciado Prada, que contó cuando la llamaron a decirle que Natalia se encontraba en la clínica Palermo herida por un proyectil de bala que había afectado su tórax.