Esto se sabe después de que Medicina Legal dio a conocer los resultados de la necropsia.
El 5 de noviembre fue capturado bajo la investigación de dos patrulleras, una teniente y una fiscal, el abusador de Hilary Castro, una menor de edad.
La mujer relató que el pasado 31 de octubre se bajó de un bus en la estación la Castellana y ahí mismo un hombre con una actitud extraña también se bajó: “Era una estación en la que no había un solo policía, un solo celador. Este hombre llega detrás mío y me amenaza con un cuchillo”.
Según denunció la adolescente en un video que publicó en redes sociales, bajo amenazas, el sujeto la obligó a practicarle “sexo oral. Intentó tocarme por debajo del short (yo llevaba un short puesto) y acá –señala los senos—”.
Con el material probatorio, un juez de Control de Garantías ordenó que González, señalado por abusar de Hilary y de otros actos obscenos en el sistema de transporte público, fue enviado a un centro penitenciario.
Después de conocer que había sido declarado culpable, el 6 de noviembre, llevaron al hombre al lugar. Cabe mencionar que estaba un poco alterado, por lo que se vieron obligados a meterlo a una celda con pocos reclusos.
González fue al baño, pero según el personal médico del lugar: “Todo quedó en la historia clínica. Lo único que se hizo fue verificación. Cuando llegamos, él estaba en reanimación. Lo que alcancé a ver es que había signos de morados en el pecho. Pero se debe determinar si fue producto de las maniobras de reanimación”.
En un primer momento, en diálogo con Blu Radio, el secretario de Seguridad de Bogotá, Aníbal Fernández de Soto, expresó: “la información que tenemos, por el momento, es que tuvo algún tipo de convulsión, algún tipo de paro. No se sabe todavía muy bien el motivo por el cual esto se genera y pierde la vida”.
Sin embargo, en diálogo con el diario El Tiempo, una persona de la Fiscalía reveló que no se podía tratar de un suicidio porque el cuerpo presentaba politraumatismos.
Fue hasta esta semana que Medicina Legal rectificó que es casi seguro que por las múltiples heridas que tenía en su cuerpo que se habría tratado de un homicidio.
Después de lo sucedido, Personería de Bogotá inició investigación por los hechos y están trabajando por dar con “la presunta responsabilidad de quienes tenían a cargo su custodia, luego de ser capturado por las autoridades”.
Aunque hasta el momento no se sabe quiénes o quién lo mató, en el momento de los hechos estaban aproximadamente 80 detenidos y al parecer existe la posibilidad de la participación de uniformados.
Igualmente, no es la primera vez que se presenta una irregularidad en esa URI, pues según el ente de control hay varias deficiencias en la custodia de los detenidos, además de que hay bastante hacinamiento.
Según el diario El Espectador y con información de la Personería, la URI en la que murió el hombre tiene 8 celdas en 2 pisos, el cupo total es para 350 personas, pero en ese momento había 601 reclusos, es decir, un 95 % más de lo que legalmente debería ser.