Este trágico suceso se presentó al sur de Bogotá durante el primer fin de semana de marzo.
Todo ocurrió en el barrio Casa Grande, específicamente en la Calle 68 D Bis A Sur con Carrera 63, en la localidad de Ciudad Bolívar, al sur de Bogotá, luego de que un joven de 17 años le robara dinero en efectivo a un adulto mayor para, posteriormente, intentar huir hacia un parque cercano.
Sin embargo, en medio de su intento por escapar, el menor de edad fue abordado por varios testigos del hecho que intentaron tomar justicia por mano propia para reprenderlo y hacer que le regresara el dinero a la víctima.
Lo que parecía una lección para el joven terminó en una tragedia, pues uno de los miembros de la comunidad que estaba en el grupo que decidió detenerlo tenía un arma blanca y no tardó en usarla para agredirlo. Este sujeto le propinó dos puñaladas; una en un brazo y otra en la espalda.
Quienes fueron testigos de la trágica escena rápidamente llamaron a la Policía, que llegó al lugar de lo ocurrido al poco tiempo y encontró al joven herido en el piso del parque, al parecer, todavía con vida.
Posteriormente, el menor fue trasladado al Hospital de Meissen, ubicado a pocos minutos del sitio, pero falleció en el centro médico horas después debido a la gravedad de sus heridas.
Por el momento las autoridades se encuentran realizando las respectivas investigaciones del caso para esclarecer la identidad del hombre que decidió acabar con la vida del joven.
Ante la difícil situación de inseguridad que se vive en el país, en las redes sociales y medios de comunicación aumentan las noticias de casos en los que diferentes ciudadanos deciden linchar a otras personas señaladas de haber robado o cometido alguno que otro delito que de una u otra manera los afecta como comunidad o a cada uno como individuo.
Esta situación durante años ha generado todo un debate porque, mientras que la ciudadanía toma justicia por su propia cuenta en lo que consideran es un acto de defensa de hechos delincuenciales, la verdad es que en lugar de aportar una solución a la problemática, empeora y genera una serie de consecuencias para quienes en su momento fueron víctimas, pero en cuestión de segundos pasaron a ser victimarios por las acciones que tomaron.
De acuerdo con el Código Penal colombiano, la legítima defensa es una causa eximente de responsabilidad penal, que se requiere para impedir o repeler toda agresión injusta de bienes propios o de un tercero, es decir, en defensa de los mismos, siempre y cuando se cumplan todos y cada uno de los requisitos.
“Cuando los ciudadanos pretenden resolver un problema que los involucra de forma individual, se podría hablar de la legítima defensa, pero cuando se trata de un tercero, en lugar de hacer justicia se comete un delito. Por rechazar la criminalidad se termina cayendo en el crimen y habrá que atenerse a la ley”, explicó Yecid Echeverry, docente de la Universidad Icesi al medio El País.