Por Manuela Escobar - Terapeuta sexual y de pareja @serez.studio
Cuando hablamos de sexualidad, ¿te sientes completamente cómoda, con ganas de opinar y de compartir tus experiencias? O, por el contrario, ¿prefieres solo escuchar o incluso cambiar de tema? Sea cual sea tu caso, históricamente la sociedad nos ha llenado de tabúes, mentiras y señalamientos que, dependiendo del entorno donde crecimos, estos pueden haberse derrumbado fácilmente o, en el peor de los casos, haberse fortalecido.
En este sentido, muchas veces recurrimos a comparaciones con la sociedad para evaluar si nuestra vida sexual es “buena” o “mala”, con el objetivo de liberarnos de culpa o preocupación y, en este proceso, es común encontrar coincidencias, como la disminución de encuentros sexuales, la escasa atracción o la falta de interés.
Y es que, cuando caemos en cuenta de que vivimos en un mundo donde la monotonía parece consumirnos, en lo último que pensamos es en nuestra sexualidad. De hecho, la falta de espacio y tiempo para nuevas experiencias contribuye al desinterés en las parejas y esta situación la solemos disfrazar con encuentros vacíos, solo para aparentar normalidad. En definitiva, la rutina y el día a día no nos brindan el espacio, pero, seamos honestas, tampoco hay mucha preocupación por buscarlo.
Ante la falta de tiempo… ¿Cantidad o calidad? Sin rodeos: ¡Siempre calidad sobre cantidad! Aunque sean momentos breves, haz que cada uno sea excepcional, que quede grabado como algo que realmente valió la pena. Así, cada encuentro superará al anterior, y verás que la cantidad aumentará naturalmente con el tiempo, sin sacrificar el placer y la satisfacción. Ahora, la pregunta es, ¿cómo se puede evitar caer en estos vacíos sexuales tan comunes en las parejas? La regla número uno es querer cambiar esta situación. Cuando esta decisión esté tomada, es importante tener lo siguiente en cuenta: Promover la comunicación abierta es fundamental. Conversen sobre sus gustos, lo que no les agrada, sus fantasías y preferencias. Este espacio les permitirá descubrirse mutuamente desde nuevos lugares. Probar nuevos espacios y dinámicas como música, olores, texturas, masajes y, cómo no, nuevas posiciones puede transformar significativamente la experiencia íntima y enriquecer la conexión emocional y física.
La inclusión de juguetes sexuales no solo amplía las opciones placenteras, sino que también fomenta la comunicación y la exploración mutua de fantasías. Esta es una excelente manera de seguir explorando sobre los deseos e intensificar la complicidad. La variedad y opciones de usos de los juguetes sexuales son inmensos. Informarse y educarse sobre la sexualidad es fundamental para vivirlo desde un lugar pleno y satisfactorio. La información precisa capacita a las parejas a tomar decisiones, seguir probando y encontrar así nuevas formas de placer. Este aspecto suele pasarse por alto con frecuencia, pero al escuchar las experiencias de parejas que optaron por vivir su sexualidad de manera consciente, confirmó que esta decisión tiene el poder de transformar y elevar la intimidad a niveles nunca antes experimentados.
La clave de no caer en la monotonía sexual es que rompan el guión y se atrevan a abrir esas puertas que invitan a tener encuentros dinámicos, placenteros y divertidos, a través de nuevas aventuras que les permitan llenarse de experiencias y momentos que como pareja quieran repetir y, por qué no, mejorar cada vez más. No se queden con lo conocido, vayan siempre por más, por lo nuevo que les despierte la curiosidad de querer seguir indagando y probando. Recuerda que la sexualidad con tu pareja es exactamente lo que ambos quieren que sea: dinamismo, placer y diversión o monotonía extrema. Por supuesto, la invitación es que la elección siempre sea la primera.