No parece casualidad que la palabra whisky provenga del término uisge beatha, que significa “agua de vida”, y que una de sus experiencias más exóticas sea beberlo en la Patagonia argentina.
Tomarse un whisky con hielo de un glaciar es una de las opciones que pueden colmar las listas de “cosas que debes hacer antes de morir”. Y es que el whisky es de esos tragos a los que cuesta acostumbrarse, pero que si se llega a amar, independientemente de la edad, se convierte en un amor para toda la vida. Ahora, viajar hasta el extremo sur de América para hacer trekking sobre el hielo continental patagónico y decidir beber allí de esta mítica bebida, no solo resulta útil para aumentar la temperatura del cuerpo, ansioso por algo de abrigo, sino que con la temperatura ideal el alma también logra una recarga momentánea de energía para apreciar la maravilla natural que tiene al frente.
Dentro de las opciones para visitar el “fin del mundo” austral están las ciudades turísticas de la Patagonia argentina: Ushuaia, Calafate y Bariloche. A casi 4 horas en avión de los aeropuertos de Buenos Aires (Aeroparque y Ezeiza) se encuentra Ushuaia, una pequeña ciudad de la llamada Tierra del Fuego que cuenta con un poco más de 80.000 habitantes. Una hora antes del aterrizaje ya se puede entender por qué llaman a esta zona el fin del mundo: montañas teñidas de un blanco sin fin, lagos y cielos que no traen recuerdos conocidos y una sensación de estarse aislando del planeta.
Ya en tierra la sensación no cambia. El ambiente patagónico se percibe por las calles de Ushuaia mientras se observan sus montañas y el imponente canal del Beagle. Cuando nieva o cuando el frío se hace intenso, se entiende un poco a quienes aseguran que un trago de whisky es comparable a un abrazo fraterno. Si bien beber un vaso de whisky es algo que se puede hacer en cualquier bar, en Ushuaia ofrecen un tour gastronómico en el que el protagonista es el destilado de origen irlandés, ese que por el siglo XII era utilizado por monjes para curar resfriados. El tour permite conocer la gastronomía patagónica al tiempo que se degustan whiskys que se maridan no solo con las carnes ofrecidas, sino con los paisajes que se recorren.
Para elegir un whisky adecuado para el paladar, se debe primero diferenciar que puede ser de varias destilerías (conocido como blended) o de una sola (single). A su vez, se debe preguntar si está hecho 100% de malta de cebada o hay una mezcla de cereales, como el trigo o el maíz. Ya por lo demás, las marcas y las regiones ayudarán a ir experimentando distintos tipos de whisky hasta encontrar el que dé el mejor “abrazo”.
En la ciudad de Calafate, que hace parte de las ciudades obligadas para visitar en la Patagonia argentina, uno de los recorridos que más atrae turistas es la caminata o trekking sobre el glaciar Perito Moreno. Pisar uno de los glaciares de más fácil acceso y más visitados tiene un ingrediente adicional que invita a querer experimentar el recorrido: beber un whisky con hielo del Perito Moreno. Esta experiencia, replicable en recorridos como el de la Laguna Esmeralda en Ushuaia, se transforma rápidamente en un recuerdo inolvidable en el que el asombro por la naturaleza se mezcla con el placer de un buen trago de whisky.
Por: Mauricio Barrantes