Su oración es considerada una de las más poderosas.
San Judas Tadeo es uno de los santos más venerados en Latinoamérica, los creyentes acuden a su ayuda y a su guía cuando se encuentran atravesando grandes y difíciles obstáculos.
Dentro del santoral católico, fuer uno de los 12 apóstoles de Jesús y se le conoce también como el patrono de las causas imposibles, quien le tiende la mano a los humanos en momentos de oscuridad y dificultad.
Cada 28 del mes, las personas que necesiten de él pueden hacerle su oración, ya sean acompañados o solos, y es muy importante que lo hagan con una vela verde, para que los favores que le pidan al santo sean cumplidos.
San Judas Tadeo, santo milagroso de las causas difíciles y desesperados, tú que estuviste al lado de nuestro señor, llevando su palabra y a través de él, logrando milagros, en este tu día 28, te pido me ayudes a salir de esta situación que me tiene desconsolado y me concedas el milagro que tanto necesito (pide ahora el milagro especial de este 28).
Mi santo San Judas Tadeo, tú con un gran corazón noble, llevando tu fe a cada rincón, en este día tan especial te entrego mi fe, mi devoción y gratitud por todos tus favores recibidos, siempre seré tu fiel, creyente y nunca permitas que me aparte de tu lado y de nuestro amado Dios.
Oh santo mío, te pido con mucha humildad que me ayudes por la situación que estoy, atravesando me concedas la petición que tanto anhelo, porque para ti no hay obstáculos, no hay situación difícil, todo lo puedes,te estaré eternamente agradecido por este milagro y ayúdame a alcanzar lo que tanto te he pedido.
San Judas Tadeo, por favor siempre intercede por mí antes, Dios y permíteme alcanzar la gloria, siempre seré tu más fiel devoto porque tú eres un santo bondadoso, un santo justo con un corazón enorme, fuiste ejemplo para muchos que entregaste tu vida a nuestro señor.
Siempre serás mi santo protector San Judas Tadeo, no permitas nunca declinar mi fe hacia ti, dame siempre tu protección y hazme llegar lo que necesito, siempre te honraré y te alabaré y todos los 28 de cada mes, te visitaré a tu templo y te bendeciré.
Gracias por oírme mi santo, gracias por tu aliento y por tu grande amor, siempre, siempre, siempre, siempre, siempre, siempre estás conmigo cuando el infortunio quiere tocar mi puerta, pero eres mi fiel protector para ayudarme, gracias, siempre seré tu fiel devoto y siempre llevaré tu nombre en el nombre del padre, del hijo y del espíritu santo. Amén.