La saga del espía más famoso del mundo está de cumpleaños y en SoHo revisamos el estilo del agente 007 más allá del cine. ¿El esmoquin sigue estando de moda?
Intrépido, apuesto y elegante son los sinónimos que se vienen a la cabeza cuando hablamos del icónico personaje de Ian Fleming que, sin duda, ha enamorado a varias generaciones con sus historias y sus temerarias hazañas. Lo cierto es que James Bond roba suspiros en las mujeres por los actores que lo han encarnado y un modelo a seguir para los hombres por su estética que parece perdurar a través de los años: perfectamente vestido.
Durante estas seis décadas hemos visto cómo, en más de 20 películas que se han producido en torno a la vida del Agente 007, su personaje se mantiene vigente mezclando elegancia, estilo impecable y sofisticación. Y es que Bond es quizá el ícono masculino de moda más importante del mainstream y con cada nueva entrega reafirma su lugar como referente histórico del buen vestir.
Esta semana que James Bond llega a su sexagésimo aniversario, recordamos la moda que ha caracterizado a uno de los personajes más importantes de la cultura popular e indagamos en cómo sus trajes definen la estética y fomentan el concepto de elegancia en el imaginario colectivo.
En su ensayo sobre el Lenguaje de la Moda, Alison Lurie sostiene que la indumentaria del varón británico de clase alta es resultado de una sumatoria de indicadores semióticos, lo que es evidente en la vestimenta del espía más letal y seductor de todos los tiempos. Bond usa camisa de cuello blanco, puños que se asoman bastante y se cierran con mancuernas.
De igual manera, este traje lleva detalles de confección que solo los conocedores del estilo inglés notarán, como los botones adicionales en el saco que efectivamente se abotonan, el bolsillo billetero, pantalón de talle alto que estiliza la figura, sin pasadores para cinturón porque las tirantas son las que mandan la parada en este estilo. Por supuesto, el color oscuro predomina en sus outfits, acompañado con rayas muy finas y elaborado en paño inglés 100 % de lana.
Daniel Craig, el más reciente en ponerse en los zapatos del espía británico, quien por 5 películas ha contribuido al desarrollo estético del ícono cultural, ha expuesto con gran aclamación ante la crítica de moda masculina, que lo clásico es muy importante y, con ello, ha resignificado lo casual, manteniendo un estilo particular pero evolucionando a través de los años. Por ejemplo, lo hemos visto usar paletas de colores que incluyen el rosado, pasando de lo sobrio a ver algunas extravagancias que también caracterizaron a otros Bond, como el de Roger Moore, quien durante 7 entregas llevó la estética del personaje a lugares más atrevidos.
Y es que para Alberto Cohen COO chief operating officer del grupo Klasiko-Suitsupply, James Bond se hizo símbolo inconfundible moda masculina porque fue pionero en vestirse de la mejor manera para afrontar sus labores diarias y aunque implicaba ‘ensuciarse las manos’, siempre lograba su cometido permaneciendo impecable, es indudable que la elegancia con la que viste para cada situación ha dejado un legado. “Nosotros los aficionados tratamos de replicar su estilo y llevar nuestra mejor apariencia sin importar lo que depare la jornada”, señala, mientras nos acompaña a hacer este recorrido en el tiempo de Bond, James Bond, con el buen vestir en paralelo.
En épocas de solapas y hombros anchos, el icónico personaje vivió e incorporó los cambios que trajeron consigo décadas como los 70 y los 80, siendo notoria la ausencia de la corbata entre un personaje y otro. También utilizó abrigos, pantalones holgados y plisados. Además, durante esta época no solo evolucionó el personaje, sino sus pintas que eran acordes a las locaciones en donde se desarrollaba la trama.
Lo cierto es que aunque James Bond es reconocido por una estética particular, esta no es estática y se adapta a la moda, creando a su vez tendencias y resaltando prendas que adquieren identidad y reconocimiento como lo pueden ser los esmoquin, el corbatín, jerseys de cashmere o incluso accesorios como el reloj y el pañuelo.
“La clave de la elegancia de James Bond es la atención al detalle. Es decir, él logra hacer su trabajo en diversas condiciones y climas logrando estar siempre bien vestido. Además, Bond le ha enseñado a los hombres cómo vestirse en las situaciones más elegantes o en las más casuales”, asegura Cohen.
Sin lugar a dudas, el esmoquin es una de las prendas insignias de Bond y así lo escribe Matt Spaiser en su página Bond Suits, en donde evidencia que desde la aparición del espía en ‘Dr. No’, el traje sigue la tradición inglesa con bolsillos ribeteados y se abrocha con un solo botón, “tiene aberturas dobles y está adornado con sofisticados puños de satén a juego con el cuello”. Adicionalmente, Goldfinger fijó el estándar de elegancia para el clima cálido en la ropa de noche con un atuendo en color marfil a juego con pantalón oscuro.
Para Cohen, el tuxedo dinner jacket es una pieza que Bond ha popularizado en la historia y que no debería faltar en el armario de un caballero. “La mejor arma que tenemos somos nosotros mismos y la debemos mostrar en nuestra mejor versión. La mejor versión es el dinner jacket. Los trajes de coctel para climas cálidos han tenido una evolución muy interesante tanto en la saga de Bond como en las tendencias actuales”.
Pero no solo los atuendos elegantes han marcado el estilo de Bond también los vestidos de baño han sido fuente inspiración para los diseñadores de trajes de baños en sus colecciones a lo largo de la historia. Y es que Bond y varios personajes de la saga se han caracterizado por llevar trajes de baño lisos, sin mucho estampado ni colorido y en ocasiones rompiendo con la tendencia del momento. El enfoque del traje de baño del agente 007 está en su tallaje y en el uso del color para resaltar en el entorno.
“Al igual que los zapatos clásicos, la corbata viene siendo un símbolo de poder que heredamos de nuestros antepasados. Si bien sigue siendo importante y necesaria para ocasiones puntuales, la versatilidad con la que podemos complementar nuestros trajes hoy en día le restan un poco de importancia a esta prenda”, explica Cohen”. En cuanto al corbatín, precisa: “está reservado para los looks de la más alta formalidad, como los tuxedos para matrimonios o galas. Eso permanece y tiene su espacio muy concreto en el mundo de la moda”.
Aunque las tendencias y los gustos van cambiando, las nociones de elegancia siguen siendo similares y un hombre bien vestido es motivo de suspiros y sonrisas, ya sea que esté salvando el mundo o yendo a su oficina.
Es innegable que hombres de todas las edades y generaciones consideran a Bond como un modelo a seguir en cuanto a estilo se refiere y, en 2022, la oferta para adoptar esta estética es inmensa con opciones como los trajes hechos a la medida o las combinaciones cada vez más variadas entre materiales, colores y cortes para perfiles masculinos.
Sean Connery, quien fuera el espía entre 1962 y 1967, portó con inmejorable elegancia la sastrería inglesa en todo su esplendor, contrastando con un George Lazenby más casual y un Timothy Dalton más relajado, pero siempre fiel a la esencia del personaje. Por su parte la elegancia natural de Pierce Brosnan, que le dio un aire nuevo al 007 a partir de 1995, regresó el personaje al refinamiento.
Por su parte Craig volvió a evolucionar este refinamiento con la llegada a esta saga, que desde su primera aparición en Casino Royal marcó un antes y un después en los trajes de etiqueta. Además, las entregas recientes han llevado a fanáticos de la franquicia y a amantes de la moda por igual a concluir que este último actor ha puesto a Bond en un punto muy alto en términos de elegancia y sofisticación.
Mientras la elegancia de Bond parece inamovible después de 60 años, lo que está claro que siempre cambia es su protagonista, así que por estos días la producción de la saga del agente más famoso sigue en búsqueda del próximo intérprete del Agente 007, quien deberá tener una exclusiva con la serie de por lo menos 10 años.