¿Son más viriles y atractivos? ¿Pueden ser agresivos? ¿Tienen baja autoestima? Estos y otros mitos sobre los hombres calvos los resolvemos en este inventado día en homenaje a ellos.
Hay calvos de calvos. Están Jason Statham, Bruce Willis o Pep Guardiola, pero también el calvito conocido, gordo y bajito. Alguien se inventó que el 7 de octubre tenía que ser el día internacional para quienes no tienen cabello en sus cabezas, una jornada según escriben los que hacen las extrañas efemérides, que sirve para “reflexionar” y “concientizar” sobre la salud capilar. Pero la verdad es que sirve más para reabrir ese debe sobre cómo las prefieren ellas: ¿calvos o peludos?
La alopecia ha creado mitos absurdos en los que hoy ya nadie cree y otros que todavía hacen parte de la cultura popular, que siguen bajo estudio de académicos en todo el mundo. El exceso de sexo era para Aristóteles el causante de la calvicie, mientras que en el imperio romano se pensaba que el uso de cascos de metal generaba la caída de pelo en los hombres.
Finalizando el siglo XIX, en 1897, la calvicie fue vista como una epidemia, hubiera podido convertirse en pandemia si el cuento fuera cierto. Un dermatólogo francés, según reseña la BBC, determinó que un microbio era el causante de este padecimiento en los hombres y que podría ser contagioso, por lo que en barberías e incluso dentro de las familias, se dejaba separado y se desinfectaba el peine de quienes empezaban a perder la cabellera.
La explicación médica que asocia la alopecia con un exceso de testosterona que termina acelerando la vida de los folículos capilares, dio vida a otros mitos sobre los calvos. Hay quienes creen que ellos son más viriles, más potentes sexualmente por el exceso de la hormona, como también llegó a considerarse que podrían ser más agresivos por esa misma razón, pero esas ideas están descartadas. La caída del pelo aunque puede estar impulsada por la testosterona, en realidad tiene motivación determinante en la genética.
Con el paso del tiempo, del matoneo hacia los calvos se ha pasado a su exaltación y quizá a la exageración de su aspecto físico; hombres sin pelo que son estrellas de cine, futbolistas y hasta miembros de familias reales, han creado el imaginario de que los calvos son atractivos, cuando son ejemplos que no constituyen una tendencia.
Sin embargo, un estudio de la Universidad de Pensilvania, liderado por el profesor Albert Mannes -quien podría no ser del todo objetivo porque es calvo- demostró que los que participaron en él preferían a los hombres sin cabellos, quienes eran considerados “más atractivos, inteligentes y exitosos”. El mismo estudio apunta a que la atracción se traslada a la comunidad LGBTI que ve a los hombres calvos “más dominantes y seguros de sí mismos”.
Uno de los mitos más extravagantes sobre los calvos da cuenta de que reciben mejores salarios. Y es que increíblemente el aspecto físico influye en la retribución económica, o por lo menos eso concluye la Universidad de Duke, que incluyó a los altos, con voz grave y calvos entre los que más ganaban en las empresas. Una encuesta mencionada por el medio económico Expansión mostró que los hombres preferían tener 5 centímetros más de estatura a tener pelo, por lo que su carencia se asocia con la madurez y e éxito.
En contraste con estos beneficios, lo cierto es que para muchos hombres la falta de pelo puede generar profundos perjuicios, sobre todo en la salud mental. “La pérdida de cabello puede producir falta de autoconfianza, estrés, ansiedad e incluso depresión”, explicó para La Vanguardia la sicóloga Silvia Sumell. Del mismo modo, de acuerdo al British Journal of Dermatology, “los pacientes con alopecia experimentan una autoestima más baja y una peor calidad de vida”, aunque por supuesto el mayor impacto está en las mujeres.
Respecto a la salud física, trabajos académicos en la Universidad de Tokio y en la española Universidad de Granada, llegaron a la conclusión de que existe una mínima relación entre la alopecia y enfermedades cardíacas o de la próstata e incluso existe la idea contraria, de que la producción de testosterona en algunos hombres calvos puede evitar tumores malignos en ese órgano.
En medio de la definición algo subjetiva sobre qué tan buena o mala es la calvicie, para quienes quieran enfrentarla existen los tratamientos de injerto capilar o la pastilla de baricitinib, aprobada en junio pasado por la FDA, la agencia de medicamentos de Estados Unidos. Sin embargo, en ambos casos los costos sobrepasan el presupuesto del 30% de los hombres mayores de 30 años que padecen alopecia androgénica, por lo que la aceptación puede terminar siendo la mejor alternativa.