Comer hamburguesa, perro caliente y hasta pizza ahora hace parte de una alimentación sostenible.
El término de alimentación sostenible ha tomado relevancia en los últimos años porque además de aportar a la salud del consumidor, también es sinónimo de responsabilidad ambiental. Por esta razón, varios expertos gastronómicos se han enfocado en trabajar en esta alternativa con el objetivo de brindar un valor agregado garantizado en todo tipo de comidas, incluso en aquella que se conoce como ‘comida chatarra’.
¡Así es! Ahora es una realidad encontrar este tipo de comida saludable porque cada vez es más fácil conseguir alimentos ecológicos y sostenibles que, para los restaurantes, también representa rentabilidad y calidad.
Orientar la alimentación hacía prácticas sostenibles es dar respuesta a las alertas que genera el sector alimentario que tanto anhelan la mayoría de personas por sus ingredientes grasos o azucarados, pero que generan delicadas afecciones a la salud y al medio ambiente.
Esta práctica hace referencia a la reducción del consumo de alimentos de origen animal, porque, según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), a través del Panel Intergubernamental de Expertos en Cambio Climático, es una de las claves a nivel mundial para luchar contra el cambio climático, pues explica que la producción ganadera es una de las principales emisoras de gases de efecto invernadero.
Por otro lado, consiste en evitar el desperdicio de alimentos, incentivar el consumo de carne que proceda de la ganadería extensiva, así como productos locales o producidos de forma agroecológica o la disminución de productos procesados, entre otros.
La respuesta es afirmativa, de hecho, un ejemplo de esta práctica relacionada con la tradicional ‘comida chatarra’ es Bubu Burger, una propuesta creada por el chef Andrius Didziulis inspirada en el sur de Estados Unidos, donde la cultura francesa, africana y norteamericana se unen con este tipo gastronomía.
Este emprendimiento está basado en los mejores ingredientes con una cadena de suministro sostenible que apoya a los productores locales usando ingredientes orgánicos como quesos artesanales, naturales y locales, de hecho, la marca busca convertirse en un espacio con hamburguesas 100% orgánicas.
Los alimentos orgánicos tienen un impacto bastante positivo para la salud a comparación de los que se cultivan de manera habitual o convencional. Algunos de los beneficios que ofrecen son sus altos niveles de nutrientes, ácidos grasos omega-3, niveles más bajos de cadmio y residuos de pesticidas, así como de bacterias.