La Margarita, creada en 1948 por Margaret Sames, celebra 75 años de frescura y versatilidad, consolidándose como uno de los cócteles más icónicos y consumidos en todo el mundo.
En el mundo de la coctelería, pocos tragos han logrado la fama y el reconocimiento que tiene hoy en día la Margarita. Con su frescura cítrica, su toque de sal y el equilibrio perfecto entre lo dulce y lo amargo, este cóctel ha sabido trascender fronteras, culturas y épocas. Sin embargo, lo que pocos conocen es la fascinante historia detrás de su origen, una historia que comienza en las soleadas costas de Acapulco, México, en 1948.
La protagonista de esta historia es Margaret “Margarita” Sames, una socialité estadounidense famosa por organizar fiestas lujosas y extravagantes. Fue en una de estas celebraciones, en su casa de vacaciones en Acapulco, donde Margarita decidió experimentar con sus dos licores favoritos: tequila y Cointreau, un licor de naranja que ya para entonces gozaba de cierta reputación en el mundo de los cócteles. A esa mezcla le agregó jugo de limón fresco y lo sirvió en un vaso con borde de sal, un detalle que terminaría siendo característico de su invención. El resultado fue un cóctel refrescante y equilibrado, que en un principio fue conocido simplemente como “La bebida” entre su círculo cercano, hasta que poco después fue rebautizado en honor a su creadora: La Margarita.
Lo que Margaret no imaginaba en ese momento era que su creación, lejos de ser una simple curiosidad para sus fiestas, se convertiría en un fenómeno mundial. El cóctel ganó rápidamente popularidad, primero entre sus amigos, luego entre los bares y restaurantes locales, y finalmente en todo el mundo. Hoy, 75 años después de su invención, es uno de los cócteles más consumidos y amados a nivel global, y en 2022 se posicionó como el cuarto cóctel más consumido del mundo. Un logro impresionante para una bebida que nació del espíritu creativo y aventurero de una mujer en busca de algo especial para sorprender a sus invitados.
Pero, ¿qué hace tan especial este coctel? Para empezar, su receta original es increíblemente sencilla y fácil de recordar: tequila, Cointreau y jugo de limón, batidos y servidos con hielo en un vaso escarchado con sal. Esa simplicidad, combinada con la calidad de sus ingredientes, ha permitido que la Margarita sea una bebida versátil y adaptable a una infinidad de variaciones. Desde infusiones con frutas tropicales como la piña o el mango, hasta versiones más especiadas con jalapeño o cilantro, las posibilidades de personalización son casi infinitas, lo que ha mantenido la Margarita en la vanguardia de la coctelería durante décadas.
Uno de los ingredientes clave en la receta original, y que continúa siendo fundamental en todas sus versiones, es el Cointreau. Este licor de naranja, conocido por su intensidad aromática y su equilibrio perfecto entre lo dulce y lo amargo, no solo aporta un sabor característico a la Margarita, sino que también actúa como un potenciador de los otros ingredientes, resaltando las notas del tequila y el frescor del limón.
A lo largo de los años, Cointreau ha ayudado a expandir el legado de la Margarita, colaborando con mixólogos y bartenders de todo el mundo para crear más de 50 variaciones del cóctel original. Desde la clásica de fresa, hasta versiones más modernas como la ahumada o la picante, estas reinterpretaciones han mantenido la esencia del cóctel mientras lo llevan a nuevas fronteras creativas. De esta manera, ha logrado algo que pocos cócteles han conseguido: mantenerse vigente, relevante y siempre a la moda, sin importar el paso del tiempo.
El legado de la Margarita no es solo el de un cóctel icónico, sino también el de una cultura entera que celebra la creatividad, la innovación y el disfrute de la vida. Desde su creación en Acapulco, este cóctel ha acompañado a generaciones de amantes de los cócteles en celebraciones, momentos especiales y encuentros casuales, convirtiéndose en una bebida que invita a relajarse, disfrutar y compartir.
A medida que celebra su 75 aniversario, no solo celebramos la creación de un cóctel delicioso, sino también el espíritu festivo y aventurero de Margaret Sames, quien sin proponérselo, transformó una simple mezcla de ingredientes en un ícono mundial. Hoy, la Margarita sigue siendo un símbolo de frescura, versatilidad y elegancia, un clásico atemporal que continúa conquistando paladares y marcando tendencia en el mundo de la coctelería.