La empresaria se despachó con toda de sus trabajadores que califica como “desagradecidos” porque se quejan de su labor en sus peluquerías.
Daneidy Barrera Rojas, más conocida en las redes sociales como Epa Colombia, es una de las creadoras de contenido más populares de los últimos tiempos a raíz del drástico cambio que tuvo su vida luego de enfrentar una dura crisis que la llevó a responder ante la justicia colombiana por haber contribuido en los daños causados a una estación de TransMilenio en Bogotá en medio de unas manifestaciones en el año 2019.
Desde ese momento, su nombre empezó a ser tendencia no solo por sus polémicos videos, sino por el giro de 180 grados que tuvo su vida al reaparecer en las redes sociales con su propio emprendimiento de keratinas capilares y otros productos de belleza con los que poco a poco fue creciendo hasta abrir sus propias peluquerías y distribuidoras en diferentes sectores de la capital colombiana y sus alrededores.
Fue así como la joven pasó a ser una gran empresaria que genera cientos de empleos, hecho que la llena de orgullo y mucha emoción porque ahora disfruta de varios lujos y viajes que antes no podía cumplir.
Recientemente, la influenciadora activó la herramienta de preguntas en su cuenta de Instagram para conocer las quejas o sugerencias de sus clientes respecto al servicio que se brinda en sus peluquerías.
En ese momento uno de sus seguidores le manifestó que debía mejorar la presentación personal de los estilistas, a lo que ella respondió que día a día a sido testigo de importantes cambios en este aspecto, pero aún así les volvería a llamar la atención para recordarles la importancia de lucir adecuadamente en su espacio de trabajo.
Luego, otro usuario le escribió: “No me gustó ir a una peluquería y escuchar a los estilistas quejarse de su trabajo”, mensaje que hizo enfurecer a Daneidy argumentando que hacen falta personas más agradecidas en su emprendimiento.
“Yo siento que hay que valorar muchísimo el trabajo. Hay personas que, desde las 8 de la mañana y hasta las 6 de la tarde, ganando 30.000 pesos. Yo, por cada keratina, les pagó 50.000, lo normal”, explicó mencionando los porcentajes en cuanto al producto, los recibos que llegan a sus establecimientos y los impuestos que debe asumir como empresaria.
“Tal vez a veces mi equipo no valora mi trabajo, pero yo sé que algún día lo van a valorar porque está súper escaso y hay gente que no valora. Cuando tú tengas empresa vas a ver lo difícil que es pagar los insumos y saber que te debes enfrentar a tantas entidades”, agregó.
Por último, atendió la queja de uno de sus seguidores sobre una empleada en específico asegurando que hablaría con ella para mejorar el servicio que ofrece en su sede del barrio el Restrepo, en Bogotá. “Yo he hablado con ellos, he tenido charlas, quiero empezar a despejarlos, a sacarlos un poquito, a respirar… Para que aprendan a valorar el trabajo y a respetar la atención al cliente”, comentó.