La presentadora revivió el escándalo de la narcoavioneta en el que estuvo involucrado el esposo de la reconocida comediante.
A ‘La Sala de Laura Acuña’, un proyecto que lanzó la presentadora de televisión en su canal de YouTube, llegó la reconocida comediante Alejandra Azcárate, una de las figuras públicas que más suele generar controversia en las redes sociales por sus jocosas bromas y su forma de ser, que a más de uno parece no agradarle.
En esta ocasión, la santandereana la invitó a este espacio digital para hablar acerca de su familia, recordar sus inicios en la industria y, por supuesto, revivir ese escándalo que la llevó a conocer “los sótanos del infierno”, como lo mencionó ella misma en un clip que compartió tras varias semanas de estar ausente en las plataformas, donde antes de esta polémica era bastante activa.
Allí Azcárate expresó que está situación en la que resultó involucrado su esposo, el empresario MigueL Jaramillo, la afectó mucho porque “no era cierto” y, como lo ha manifestado en otras entrevistas, su imagen se vio fuertemente afectada por la difusión que tuvo la noticia en los medios de comunicación.
“Esto no era justo, esto no era nuestro, esto no nos pertenecía. Entonces ahí la cosa cambia, me tocó. Con la honestidad de un ser humano no se juega y ese es el precio que yo he pagado por ser honesta, yo soy honesta en todo lo mío, en todas las expresiones de mi vida, entonces ponerme en la categoria de una criminal, de una delincuente, entonces no”, comentó inicialmente.
Y agregó: “De mí puedes decir gordofóbica, senofóbica, clasista, elitista, pedante, me cae como un zapato, lo que quieran concluir por mis opiniones, como les digo, problema de ustedes, sirvanse el buffet solos, pero esto a este nivel donde esto implica un delito y además siendo el flagelo de este país pues es una cosa que te saca completamente de ti misma”.
Por otro lado, aseguró que nunca se ha quejado de sus detractores porque está de acuerdo con la diversidad de opiniones, pero aclaró que “hay niveles” y lo que hicieron con ella en este momento pasó los límites de su honestidad. “Uno puede rechazar o aprobar a un personaje público, pero a mí no me pueden venir a meter en un terreno delictivo porque yo he cometido errores en mi vida, delitos jamás, ni yo a título personal ni ninguno de los míos”, indicó.
Tras dar estas declaraciones, la presentadora mencionó que aunque no son amigas, en ese momento ella tomó la iniciativa de enviarle un mensaje porque sí tienen una relación cordial por la que le pareció oportuno darle una voz de aliento en medio de la tormenta.
“No somos amigas. Somos colegas y conozco a Alejandra desde hace muchísimos años. Nunca me he sentado en su mesa, ella no ha ido a mi casa, no hemos salido de rumba, nos hemos visto en eventos sociales y ya”, dijo Acuña.
Pese a su distanciamiento, la santandereana señaló que considera que tiene algo en común con la comediante y es que también ha sido “imprudente” en algunos momentos de su vida que la han llevado a ser cuestionada por la opinión pública.
Por esta razón, el consejo que le dio a Azcárate en ese momento fue no dar declaraciones hasta que se calmara un poco la situación porque cree que es una mujer “maravillosa” que no merecía pasar por este escándalo.