La presentadora reveló otro episodio de su vida relacionado con un video filtrado.
Ana Karina Soto es una de las presentadoras que más tiempo lleva en las pantallas de RCN, desde que se dio a conocer en el programa Protagonistas de Novela fue seleccionada para hacer parte de la sección de entretenimiento del noticiero y su rostro se hizo cada vez más conocido.
Sin embargo, en el año 2007 un video suyo sosteniendo relaciones sexuales con el que era su novio en ese momento fue filtrado. En ese momento comenzó la pesadilla de la presentadora que la llevó a lugares oscuros pero que gracias al apoyo de su familia y amigos logró salir de aquel abismo.
Justo hace un par de días, la presentadora habló por primera vez del tema en medio de una entrevista que le concedió a la periodista Tatiana Franco, para su video pódcast ‘Voz podés’. Allí Soto se sinceró sobre aquel episodio que vivió en el 2007 por cuenta de un video que fue grabado sin su permiso y luego difundido.
Soto explicó las emociones que vivió luego de enterarse que su intimidad estaba siendo vista por todo el mundo en internet. “Yo me sentí vulnerada y violada porque finalmente si tú no permitiste algo y hacen algo contra ti sin tu consentimiento e invaden tu intimidad de esa manera tú te sientes violada”.
La presentadora también estuvo hace poco en el programa de farándula Lo sé todo y allí contó otros detalles que ha tenido que vivir por cuenta de su intimidad.
Soto contó que recibió chantajes para que no publicaran un video suyo en donde estaba sosteniendo relaciones. Este video es diferente al que se publicó en el 2007.
“Nunca supimos si era hombre o mujer. Le empezó a escribir por Instagram, mensajes internos a Alejandro, a mi hermana, a mi papá, diciéndoles que tenían un material mío, no se qué… tal… íntimo, que si no le entregábamos 30 millones de pesos los iba a publicar”, relató la presentadora.
También señaló que se sentía frustrada pues nunca descubrió la identidad de esta persona y si le hubiera gustado que pagara cárcel por este delito. “Todavía le falta mucho a la ley colombiana de ser más ágiles, más rápidos y más efectivos. Finalmente, uno lo que quiere es eso cuando pone un denuncio: saber quién lo hizo y que pague. Y sí, obviamente, frustra, no un poco… ¡mucho! saber que no han encontrado a los culpables”, apuntó.