Por un reto casi termina perdiendo uno de sus ojos. ¿Qué pasó?
Iván Marín aceptó peligroso reto de comerse un ají picante y por poco pierde la vista en un ojo, le contamos los detalles.
Uno de los humoristas más reconocidos del país es Iván Marín, a quien desde hace varios años vemos participando en diferentes proyectos de humor tanto de la televisión, la radio y las redes sociales.
Este comediante, actor, guionista y presentador de televisión nacido en Pereira, desde hace varios años se dio a conocer en la farándula colombiana, al punto de que incluso ha participado en películas de comedia.
Marín ganó gran fama en el país cuando integró el elenco del programa de Stand Up Comedy del Canal RCN, ‘Los comediantes de la noche’ donde participó durante sus cinco temporadas.
En el cine lo hemos visto en proyectos como:
Recientemente el comediante dio de qué hablar, aunque no precisamente por su humor, sino por un mal momento que vivió, por el que casi termina perdiendo la vista en uno de sus ojos.
Así lo contó ante las cámaras del programa de entretenimiento, ‘La red’, donde dio detalles del motivo por el que casi se queda sin poder ver por uno de sus ojos.
Según comentó, todo fue por hacer un reto que consiste en comerse el ají más picante del mundo, por el que hasta terminó en el médico días después. Detalló que tras probar el picante, su boca se le paralizó, no le paraban de bajar las lágrimas y hasta empezó a vomitar.
“Se me paralizó la boca, empecé a llorar, las lágrimas no paraban de lo fuerte que era eso. Yo no había comido nada y empecé a vomitar, pero no había nada que expulsar. Al principio los dos ojos se me pusieron rojos, al segundo día solo estaba rojo uno y lo primero que pensé fue que con el paso de los días estaría bien”, mencionó Marín.
El comediante comentó que fue al tercer día, al notar que su ojo no mejoraba, que fue al médico, quien al revisarlo se percató de que era una hemorragia que solo se curaba con el tiempo.
“Al tercer día estaba en medio de un rodaje entrevistando a la gobernadora del Atlántico y ella se preocupó mucho. Me mandó al optómetra personal de ella y me dijeron que era una hemorragia y que solo se curaba con el tiempo. Por fortuna no hubo daños internos”, concluyó como siempre con una sonrisa en su rostro.
Finalizó comentando que “la sacó barata”, ya que el personal médico le comentó que pudo haber perdido la vista por uno de sus ojos.