Los números de esta exitosa producción beneficiaron al país.
Cuando Netflix anunció que adaptaría Cien años de soledad en formato de serie, muchos levantaron la ceja. ¿Cómo convertir en imágenes una de las obras literarias más complejas y queridas del mundo? Pero, más allá del reto artístico, el proyecto ha resultado ser un verdadero motor económico: más de 225 mil millones de pesos colombianos inyectados a la economía nacional, según cifras de la plataforma. Sí, Macondo no solo se construyó en Colombia; también dejó una estela de progreso que va desde los campos del Tolima hasta los hoteles de Ibagué.
El corazón de la producción late en un terreno de 540,000 metros cuadrados en Alvarado, Tolima. Allí, donde el calor se mezcla con la magia, se levantó el Macondo de carne y hueso. Pero esto no fue un set cualquiera. Hubo que construir caminos, mejorar accesos y adecuar el suelo para que el pueblo mítico cobrara vida. 150 artesanos colombianos pusieron manos a la obra, con el respaldo de 850 proveedores locales que hicieron posible cada detalle, desde las casas hasta los interiores llenos de realismo mágico.
Por si fuera poco, la logística detrás de este proyecto es digna de una novela: más de 100,000 noches de hotel reservadas en Ibagué y un equipo de producción de 900 personas, en su mayoría colombianas. Cada rincón del set huele, suena y se siente como el Macondo que Gabriel García Márquez imaginó, y eso no es poca cosa.
La serie no solo se grabó en Colombia, sino que es una carta de amor al talento nacional. Más del 97% de los textiles usados en las 40,000 prendas de vestuario son de origen colombiano, confeccionadas bajo la batuta de Catherine Rodríguez. Y si hablamos de música, la banda sonora es un homenaje a nuestras raíces: desde Los Gaiteros de San Jacinto hasta el tamborero de Totó La Momposina, pasando por leyendas como Carmelo Torres y Víctor Navarro.
Para quienes no pueden esperar al estreno, hay un adelanto imperdible: una exposición en el Museo El Chicó (Cra. 7 #93-01, Bogotá) que estará abierta hasta el 18 de diciembre. Allí podrán ver vestuarios originales, fotos del rodaje y detalles del proceso creativo que llevó a Macondo del papel a la pantalla. ¿Lo mejor? La entrada es gratuita.
Colombia no solo fue el escenario de esta producción, sino su alma. Cien años de soledad no es solo una serie; es un monumento a la creatividad, la resiliencia y la riqueza cultural de un país que sigue demostrando que la magia es real.