Si quiere experimentar el sexo elevado, primero debe entender lo que significa tener una actitud tántrica. En esta columna, le entregamos los pasos para crear una consciencia que le permita practicarlo.
Por: María Lucía Banker*
El amor propio va primero
¡El amor comienza por casa! Amarse primero a uno mismo es la piedra angular del Tantra. Con esto no me refiero a la auto-indulgencia. Consiste más bien en la habilidad de confiar en sí mismo y de escuchar a su voz interior – esa voz de la intuición que tanto nos han condicionado a socavar –. Amarse a sí mismo significa que usted se siente merecedor de experimentar el éxtasis en su vida. También significa que no se va a conformar con menos de lo que usted desea, especialmente en el sexo. Tratar de amar a otro sin amarse a uno mismo es inútil, simplemente no funciona, usted termina sintiéndose posesivo, celoso y dependiente. Por el contrario, cuando usted comienza a amarse a sí mismo, se convierte en un magneto, atrayendo el amor de otros.
En este punto, usted no requiere de otros para sentirse completo. El amor se convierte en un estado del Ser. De su mismo estado de abundancia, naturalmente surgirá en usted el deseo de compartir y celebrar. Por añadidura, usted se sentirá agradecido de dar y recibir. Esta es la verdadera libertad, el pilar de una relación de pareja y el propósito del sexo elevado. Por medio de las prácticas tántricas, usted experimenta el amor sexual como una creación conjunta entre dos pares. En el sexo elevado, ambos honran las diferencias entre cada uno, y logran trascenderlas para crear un espacio de respeto y devoción.
Deshágase de la culpa
El sexo elevado le enseña a deshacerse del sentido de culpa que tenemos arraigado en torno a la sexualidad. Usted debe ser de esos que cree que ya ha sobrepasado este punto, pero la culpa es un sentimiento que se entierra de manera profunda en los rincones del inconsciente. Va mucho más allá de nuestros pensamientos conscientes. ¿La razón? Por siglos, las organizaciones religiosas han usado la culpa acerca del sexo para manipular y explotar a la gente, y la reciente liberación sexual no ha logrado borrar este legado de nuestra mente. Cuando uno decide hacer una inmersión en el Tantra, se logra desterrar las raíces de la culpa y experimentar el sexo como una pulsión sana y natural, una celebración de la vida que lo mantiene joven y vibrante.
Regrese a la espontaneidad
En la era digital, con tan solo a un clic de distancia, tenemos acceso a la autopista de información más robusta que haya habido hasta ahora para preguntarle al “señor Google” sobre cualquier cosa. Estamos acostumbrados a buscar afuera y a seguir las tendencias del momento, mientras negamos nuestra espontánea forma de sentirnos. Seguro usted ha sido víctima de esta actitud, que recae demasiado en la guía externa y lo inhabilita de seguir sus propios instintos y los cambios en surgen por la manera en que su energía fluye. El sexo elevado lo lleva a aceptar la idea de que la vida es un misterio. Además de aprender técnicas, usted se da el permiso de responder a lo nuevo y a lo que no es familiar. En una exploración tántrica, hacemos una preparación física, emocional y mental, de tal manera que el cómo llega por añadidura. No tendrá que imponer técnicas prestadas. Me gusta enseñar a que cada persona explore su manera natural y única de hacer el amor.
Cultive el placer
Nuestra cultura nos ha condicionado a pensar que no somos realmente merecedores de placer, que cultivar el placer es egoísta, que darlo es más honorable que recibirlo y que divertirse es una pérdida de tiempo: una distracción de cosas más importantes.
Y cuando nos permitimos tener placer, nos condicionamos a darle al otro algo por el placer que nos está entregando. Las mujeres también tendemos a pensar que no podemos demostrar al hombre lo mucho que estamos disfrutando, porque él pensará que somos unas putas! En el sexo elevado, usted logra desarrollar la actitud maravillosa de estar totalmente receptivo al placer de manera incondicional.
Bote la idea de ir tras un objetivo
Es clave mantener la sutil distinción entre hacer las prácticas tántricas con un objetivo en mente y hacer cada una de ellas por su propio bien, estar tan absorto en cada ejercicio, que se deje llevar por completo y pierda la noción del tiempo y el destino. Las prácticas tántricas están inspiradas en el modelo orgásmico: al principio se trata de hacer, hacer y hacer, usando su voluntad, hasta que de repente se llega a un pico de excitación y al dejarse llevar, todo comienza a sucederle a usted.
Por eso, aunque inicialmente el propósito de aprender sexo tántrico sea convertirse en un mejor amante, eso es algo que vendrá por añadidura al conocer su cuerpo y dejarse llevar por todo el potencial que aún desconoce.
Es importante recordar que usted no puede desear el efecto. Lo mismo sucede con el éxtasis. Lo único que puede hacer es preparar las condiciones para que el éxtasis le suceda a usted.
Descubra la meditación
Usted se debe estar preguntando qué tiene que ver la meditación con hacer el amor y con la sexualidad. Imagínese un vaso de agua con tinta negra… si lo bate, el agua se va a poner turbia y no va poder ver con claridad a través del agua. Esta es la manera en que permanece nuestra mente durante la mayoría del tiempo normal de nuestra vida. Está procesando tantos pensamientos, percepciones y pedazos de información que se nubla. Si, por el contrario, se deja de agitar la botella por un tiempo, la tinta se asienta en el fondo, y usted podrá ver el agua totalmente clara. Es el mismo que surte en la mente con la meditación.
Si su mente se aquieta por un momento al día, usted podrá dirigir más atención a sus sentimientos y sus sensaciones, ampliando su capacidad para experimentar el placer. Para meditar, no se requiere ser un maestro de métodos complejos de introspección. Se trata de un cambio sutil en el foco, consiste en sintonizarse, ir hacia dentro, relajarse, aprendiendo a ir más allá del ruido de la mente para expandir sus sentidos y su percepción. La meditación en sí no debe suponer un esfuerzo, sino una observación consciente de lo que sucede en su interior.
El enemigo número uno de las relaciones de largo plazo es la rutina: hacer el amor se convierte en un acto automático. Esto reduce la capacidad de disfrute en la pareja. Cuando aquietamos la mente, refrescamos la relación y regresa la noción de inocencia cuando hacemos el amor.
Ríndase… entréguese al momento
Aprender a soltar el control es un aspecto esencial en el Tantra. Sin embargo, hay mucha confusión acerca de lo que significa “fluir”, soltar el control, o simplemente, rendirse al momento. La gente ve este término con sospecha porque creen que es el equivalente de perder el libre albedrío y el poder personal. En realidad, están confundiendo la rendición o la entrega con la sumisión, la cual es una actitud pasiva que implica no tomar responsabilidad por su comportamiento, o dejar que otros decidan por usted.
La rendición supone un acto de entrega total frente a algo que es más grande que usted. En el sexo elevado, usted se entrega voluntariamente a su aspecto más alto de su potencial para que usted pueda comenzar a crecer de él. Comprender el verdadero significado de la entrega, hará que usted pueda acceder a las mieles del sexo elevado. La verdadera entrega es una decisión consciente tomada en libertad. Significa abrir su corazón y confiar en la persona con la que comparte su intimidad.
Para convertirse en un amante tántrico y un imán que atrae amor y éxtasis en sus relaciones, debe comenzar por instalar esta consciencia en usted.
*Experta en Sexualidad Consciente & Tantra
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