Terminó la Copa América y aunque Colombia quedó subcampeona, las jugadoras demostraron que llegó la hora de que al fútbol femenino lo dejen de mirar por encima del hombro. Cristian Torres se mete de lleno a analizar este “bebé” criado por ellas, que ya camina pero que da tumbos por falta de apoyo.
Por Cristian Torres Rodríguez
@cdtrnews
Párenle bolas, el fútbol es una cosa de mujeres o al menos este año en Colombia quedó demostrado que las selecciones femeninas con sus diversas categorías, dejó en el olvido a los soporíferos e impotentes partidos que la selección masculina de mayores disputó para clasificar al mundial que no fue, ¡y eso que los jugadores están en los clubes más prestigiosos del mundo y hasta tienen liga local!, mientras a las jugadoras en su mayoría les hacen contratos leoninos de 2 o 3 meses en equipos de un país que, al tiempo que inicia la Copa América femenina, se atreve a anunciar que no habrá liga local para el segundo semestre.
Muchas mujeres son madres solteras del fútbol femenino y han dado todo para que en Colombia el deporte de todos abandone los pañales. Ellas han criado un bebé que ya camina, pero da tumbos, a lo mejor por el machismo de algunos hombres que no ayudan con la crianza de este pequeño al que le falta apoyo pese a su indiscutible éxito deportivo. También hay dirigentes que no se van a destetar sino hasta el fin de sus días.
Fue en 1998 cuando el extraordinario 10, Carlos ‘El Pibe’ Valderrama hizo su retiro, que apenas nacía la selección Colombia femenina, capitaneada por la defensa central Myriam Guerrero, quien en honor a su apellido, se convirtió en una referente y pionera del balompié nacional.
Myriam, graduada de educación física en la Universidad Pedagógica Nacional, utilizó el número 2 a su espalda en esa camisa de la selección marca Umbro, luego de haber jugado microfútbol por allá en la extinta Unión Soviética y algunos equipos aficionados. Eran otras épocas y conversó para esta columna en SoHo sobre el desarrollo que ha tenido el fútbol femenino en Colombia.
“El aspecto que más ha evolucionado es la visibilidad, antes escasamente las familias de las jugadoras, uno que otro familiar iba a vernos, ahora, hoy por hoy se ven estadios llenos viendo no solamente a las selecciones sino también a los clubes en las finales de la ligas de cada país. Referente a la remuneración, estímulos, apoyos a nivel institucional, a nivel económico, no ha evolucionado. De hecho estamos muy lejos todavía de lo que significa tener equidad de género e igualdad en salarios, en premios, en viáticos y eso es de lo que estamos adoleciendo en el fútbol femenino”, puntualiza Myriam y hace el símil sobre que mientras no hay liga femenina, sobre la masculina es impensable cancelarla.
La aguerrida defensora bogotana, quien además fue la primera y única directora técnica mujer que hasta el momento ha tenido la selección, a la pregunta sobre ¿si a las mujeres les falta involucrarse más con este deporte?, responde: “¡Que nos dejen meter, que dejen el miedo! que ese egoísmo machista, yo lo he calificado como miedo, temor, incluso a que somos más capaces que ellos”, con fe se aferra a que llegará el día en que sea igual de importante jugar, ver o invertir tanto en el fútbol masculino como en el femenino.
La responsabilidad de la visibilización del fútbol femenino también la tienen los medios de comunicación, por eso, esta columna le hace un pase a un talento joven y puro del periodismo deportivo que habla con propiedad de fútbol en RCN y ‘La Titular’, Carolina Castellanos, quien reconoce “falta muchísimo compromiso por parte de los medios de comunicación para lograr llegar a muchas más personas. Obvio se ha dado un paso importantísimo y creo que hoy muchos más medios estamos hablando de fútbol femenino y eso es clave, pero falta mucho más. La gente y muchos colegas creen que las mujeres somos las que tenemos que hablar de fútbol femenino ¡No! los hombres también pueden hablar de fútbol femenino”.
Al periodismo deportivo le sobra tanto tonto que se cree opinador o que se adorna con comentarios baladí, que Carolina que habla con autoridad, contrasta con estos tipos. Ella no es una figura decorativa, sus aportes están llenos de información y datos y así como ella, considera que los medios de comunicación han dado el paso para incluir en sus transmisiones a mujeres inteligentes, valiosas y alejadas del auto protagonismo, usted las escogerá.
“Ya vemos mujeres comentando, mujeres narrando, mujeres con funciones distintas a las de solamente hablar de las redes sociales, como comenzó el paso de las mujeres en las transmisiones de los partidos de fútbol”, agrega Carolina.
Ahora, pase gol a Flavia Dos Santos, la reconocida sexóloga nacida en Brasil, el equipo que nos derrotó en la final del sábado pasado y un país donde no se sabe si la selección femenina es mejor que la masculina o la masculina mejor que la femenina. Ella no se escapó de la consulta para este artículo: “Las mujeres se han ganado el espacio, pero desafortunadamente aún los hombres cavernícolas creen que todavía dominan espacios. Hoy día es muy interesante porque uno ve la desesperación masculina a la hora de tratar de ocupar esos espacios, yo creo que hoy la única manera que el hombre tiene de prevalecer sus opiniones es a través de la agresión y discriminación”.
¿Y el consejo para las mujeres que quieran incursionar en el fútbol? “¡Que no se dejen intimidar!” Abre los ojos Flavia…
Falta compromiso y voluntad de las directivas, medios, patrocinadores y se necesitan más aficionados que no se han dado la oportunidad de disfrutar un partido de fútbol femenino. “Estamos hablando de más de 500 mujeres desempleadas porque no hay liga femenina (...) ¿las mujeres no dejan plata? ¡Miren esta Copa América!, se venden boletas, se venden camisetas. La selección masculina no va al mundial, ¿y sabe quién está vendiendo las camisetas? ¡La selección femenina, porque la gente las está comprando!” finaliza Carolina.
Venga le digo: A propósito de cosas de mujeres, vaya al Cine Colombia de la Avenida Chile en la calle 72 en Bogotá y vea ‘Buena suerte, Leo Grande’, cine arte del bueno, una película británica con un humor exquisito que aborda el tabú del sexo cuando llega la menopausia, protagonizada por Emma Thompson. Recomendada para mujeres que nunca han tenido un orgasmo. Flavia Dos Santos también la recomienda.