Bergoglio y Ratzinger fueron
a interceder ante Dios
por el partido final
del campeonato del mundo.
(Francisco por Argentina
en compañía de Cristina,
y Joseph por Alemania,
al lado de Dorothea).
–Oh Dios, si no me confundo
–dijo Bergoglio–, Germania
es la patria de Lutero.
–Qué tipo tan marrullero
–dijo Joseph–. Y Argentina
es la tierra de Videla.
–La justicia me desvela
–respondió nuestro Señor–.
Puesto que soy imparcial,
Che, pongamos a Dieguito,
que por viejo sabe más,
a arbitrar en el partido.