Antes de pasar por la novela de RCN A corazón abierto, en la que interpretó a una médica cardiovascular, Natalia ya sabía lo que era posar frente a una cámara. Fue en Londres, donde la recibieron para liderar campañas con marcas como Levi’s, y ahí empezó todo. A sus 27 años es mamá de dos niñas y un niño, porque desde muy joven supo que quería ser mamá. También es cantante y está en búsqueda de una banda que le haga el marco perfecto a su gusto por las raíces negras. Ahí le dejamos el dato por si la quiere tener en su banda, ella oye propuestas. También le contamos que ahora está dedicada a volverse una loba. Aunque parezca difícil verla en esas andanzas, es un nuevo proyecto con Teleset, en el que la veremos de antagonista. Buena sí, y mala mucho mejor.
Lo que aprendí de medicina en a corazón abierto
Aprendí cómo se hace CPR, la forma en la que se reanima a alguien que ha sufrido un ataque cardíaco, o esté simplemente desmayado. Lo primero que hay que hacer es revisar que no tenga nada en la boca que la esté tapando, hay que meter los dedos y palpar. Después, hay que acercarse a la boca para sentir si la persona está respirando o no. Eso también se puede saber mirando si el pecho se está moviendo. Y lo último que se hace es tomar el pulso. Si la persona no está respirando, hay que darle aire boca a boca y luego hacer presión con los puños en el pecho.
Aprendí que cuando recupera la conciencia entonces hay que poner a la persona en posición de recuperación: acostarla del lado izquierdo en posición fetal.
Aprendí que cuando alguien se fractura un hueso no hay que moverlo porque puede romper arterias o venas.
Aprendí que para coser una herida se necesita un portagujas, una pinza, guantes, isodine, gasa, anestesia para la piel y monocril (porque no se dice ‘hilo’).
Aprendí que aparte de la cesárea con corte vertical, hay también de corte horizontal.
Aprendí que un método de contraste es un examen para ver en detalle las venas y el corazón, y que se puede hacer en radiología.
Aprendí que cuando alguien tiene un ataque de epilepsia hay que tratar de alejarlo de cosas con las que se pueda golpear porque las convulsiones paran solas.
Aprendí que el corazón pesa entre 450 y 600 gramos.
Aprendí que Colombia está muy avanzado en materia de trasplantes. Se hacen más de mil al año, y en cuanto a órganos lo que más se trasplanta es el riñón.
Aprendí que en un ataque de asma, lo mejor es tranquilizar a la persona e ir al hospital. Junto a un ataque al corazón, el asma es una prioridad en Urgencias.
Aprendí que un asmático debe andar con salbutamol para todas partes.
Aprendí —recordé mis épocas del colegio— que la sangre está compuesta por glóbulos rojos, blancos y plasma.
Aprendí que hay cuatro tipos de anestesia: local, regional, tópica (en gotas) y general.
Aprendí que no hay que creerle a internet ni automedicarse según lo que uno ve en la primera página que encuentra. Por algo los verdaderos médicos estudian años enteros antes de dar sus recetas.
Aprendí que el turno de un médico es muy agotador. Puede durar entre 15 y 36 horas.
Aprendí que los médicos se sienten orgullosos de portar una bata blanca como sinónimo de vida. Dicen ellos que si no lucharan por la vida, portarían una bata negra.