“A mí no me cuesta competir contra las toneladas de silicona porque lo chévere es que yo no la tengo”, afirmó Kathy en mayo de 2004, cuando rondando sus treinta posó al natural frente al lente de Carlos Gaviria.
En la edición 51 de SoHo se destapó en todo los sentidos: “Por fortuna soy simplemente así, lo que soy, sin cuchilla”, dijo. Siempre se ha sentido cómoda en su piel y eso es quizás la clave de su atractivo, con el que ha enamorado a miles de hombres hasta hoy, cuando disfruta de una sólida relación con el afortunado Sebastián Martínez.
“Me ha pasado muchísimo menos de lo que la gente cree”, explicó refiriéndose a los chismes y rumores que por años le han inventado y que capotea con la misma desenvoltura con la que posó para todos sus admiradores.