La mujer confesó que durante muchos años se sintió acomplejada y no usaba trajes de baño. ¿Qué la hizo cambiar de opinión?
El nombre de la protagonista de esta historia es Wendy Abrams, quien vive en Reino Unido. La mujer aseguró en entrevista con The Sun que “no cambiaría su cuerpo actual por el que tenía en la adolescencia por nada del mundo” debido a que “nunca antes me sentí tan segura de mí misma como ahora”.
¿Qué la hizo cambiar de opinión? Según su relato, su nueva perspectiva sobre su aspecto físico se creó luego de sumarse a una campaña de la que hacen parte un grupo de mujeres mayores de 45 años con el objetivo de romper estereotipos.
Wendy aseguró que su adolescencia fue tormentosa porque se enfocó en hacer de todo para tener una figura como la que se suponía debía tener una mujer joven; tallas chicas y unas curvas tentadoras para los hombres, pero su peso estaba por debajo del recomendado.
“Vivía a base de cigarrillos, vino y aceitunas para no engordar y mantenerme en forma, o eso creía en ese momento. Hay una línea muy fina entre ser delgado y estar enfermo y mi cuerpo más joven cruzó la línea”, recordó.
A raíz de esta situación, detalló que de joven le detectaron anemia por el estilo de vida que llevaba, razón por la que, 25 años después, reitera que “ahora me siento mucho más segura usando bikini que en su juventud” y piensa usar trajes de baño de dos piezas aún cuando tenga entre 60 y 70 años.
La mujer también habló sobre la importancia de aceptarse a uno mismo tal y como es, argumentando que esto le puede llegar a cambiar la vida a una persona radicalmente.
“Cuando era más joven, habría pensado que tener hoyuelos en las piernas era un desastre, pero he aprendido a aceptar las cosas que no me gustan de mi cuerpo. No voy a dejar que ningún complejo me impida disfrutar de la vida. Estoy orgullosa de mi edad, y no dejaré que me defina a mí ni a lo que visto”, concluyó.
Se trata de otra de las integrantes de la campaña a la que se sumó Wendy y cuyo nombre es Kiin Buono, de 51 años de edad, quien vive en Hammersmith, Inglaterra, con su pareja Graham, y es estilista de ropa. Sin embargo, pese a su profesión, confesó en diálogo con el mismo medio que siempre se sintió acomplejada con vestir trajes de baño muy pequeños, ya que sentía que no podía lucirlos debido a la forma de su cuerpo.
“Amigos e incluso extraños me decían que me veía increíble, pero con el paso de los años, no amaba mi cuerpo y estaba desesperada por ser más voluminosa”, dijo mostrando una foto suya a los 21 años.
Por esta razón, su propósito era aprender a no escuchar comentarios negativos relacionados con su aspecto físico o forma de vestir y, de este modo, lograr romper con los patrones estructurados por la sociedad a lo largo de la historia sobre cómo se debería o no vestir una mujer de acuerdo a su edad o sus labores, es decir, para quienes se convierten en madres, muchos consideran que no deberían usar prendas de vestir ajustadas, con transparencias y mucho menos faldas cortas.
Teniendo en cuenta lo anterior, el grupo anotó en sus redes sociales: “La ropa no tiene edad”, frase que causó revuelo entre los cibernautas.
Según Kiin, solo con la edad llegó a amar y apreciar su cuerpo. “Lo trato con respeto, comiendo saludablemente, con muchas proteínas”, agregó antes de afirmar que ahora se siente mucho más sexy y femenina que lo que se sentía a sus veinte años. “A los 40 comenzó el punto de inflexión en el que me empecé a sentir a gusto”, dijo.