Su talento se puede observar en cada trazo que da en las pieles de sus clientes.
Su nombre es Paula Salamanca, tiene 23 años y es una de las tatuadoras más reconocidas de la capital. Y es que no solo su talento llama la atención sino también la belleza que posee.
Paula nació en Neiva pero lleva varios años radicada en Bogotá en donde desarrollo la pasión por el arte y por el tatuaje que se ha convertido en su trabajo. En su cuenta de Instagram tiene casi 300 mil seguidores y allí comparte fotos de su belleza y de sus trabajos.
Paula no necesita mostrar mucho para dejar claro que belleza es lo que le sobra así como su talento.
Su cuerpo tiene varios tatuajes que no duda en presumir en las fotos que comparte en su cuenta de Instagram en la que seguro usa de abrebocas para que compren su contenido en OnlyFans.
Tiene un hijo con el que divide su tiempo entre el trabajo y su educación.
En diálogo con RedMás, Paula aseguró que tiene claro que más de un hombre suspira con su belleza y que la siguen en redes sociales, por eso no duda en usar esto como una plataforma para impulsar su trabajo.
Asegura que le ha ido muy bien en redes sociales con su contenido pero no se lucra con este solo busca dar a conocer su arte y su manera de tatuar.
Pese a que tiene muchos admiradores, Paula asegura estar soltera pero muy feliz. Está muy enfocada en su carrera y en su hijo.
Paula le contó a RedMás que una vez un “gringo cochino” le ofreció dinero para pasar una noche con ella. El ofrecimiento se lo hizo mientras ella lo tatuaba. Ante el pedido, la bella tatuadora se negó y asegura que fue un momento bastante feo.
Pero no ha sido la única propuesta indecente que ha recibido. Cuenta que llegó un hombre con su novia extrajera y le propusieron hacer un trío. La petición ocurrió cuando iba a media sesión de tatuaje y no supo cómo reaccionar.
1. Saber qué es un tatuaje y estar 120% seguro de querer tener uno
Un tatuaje es una marca permanente en la piel, realizada con tinta o pigmentos. Por miles de años la gente se ha hecho tatuajes como una expresión cultural de pertenencia, individualismo o rebeldía. Otros, como criminales y esclavos, fueron “marcados” con tatuajes.
2. Prepararse para “sufrir”
Un tatuador introduce tinta en la piel a través de agujas o de una máquina eléctrica.
Las agujas penetran la piel entre 80 y 150 veces por segundo.
3. Elegir con pinzas el lugar y el artista
Hoy la variedad de estilos de tatuajes es inmensa y lo mismo pasa con quienes se dedican a este arte.
Entonces, lo primero tras decidir qué tipo de tatuaje quieres -no es lo mismo un tribal sólo en negro que flores estilo caricatura con colores vivos- es investigar qué artista se dedica a esa técnica.
“La tinta roja es la que más causa alergia. Se recomienda evitar los colores rojos y sus derivados, como el naranja, violeta, vino tinto y otros que contengan una mezcla de pigmentos que incluyan rojo”, asegura la ESTPR.
Mientras más tinta se utilice, mayor es el riesgo de alergia o rechazo.
4. Lo barato sale caro
Un tatuaje al final, es un bien adquirido mediante una transacción comercial. Que además usará tu propio cuerpo como base y que probablemente te acompañe toda la vida.
Así que pedir inspeccionar el lugar donde lo harás no es ninguna exageración.
Asegúrate que conoces el nombre completo del artista, que trabaja en un lugar conocido, con altos estándares de higiene, donde las agujas y los guantes se usan una sola vez.