La actriz derrochó toda su sensualidad como una salvaje diosa ente los árboles.
SI hablamos de mujeres hermosas el nombre de Megan Fox suele aparecer en algún mometno de la conversación. Su belleza y curvas de infarto la llevaron a convertirse en un sex symbol de la industria del séptimo arte.
Su cabello oscuro, tez blanca y ojos azules son emblemáticos. Algunos la conocieron en sus inicios en películas para adolescentes como Confesiones de una típica adolescente en donde era la antagonista o en la famosa Jennifer’s body. Pero, sin lugar a dudas, su fama llegó a la cima cuando se convirtió en Mikeyla, la protagonista de Transformers junto a Shia LaBeuf.
De hecho, este reconocimiento nivel mundial e trajo varios problemas que la llevaron a alejarse pro completo de la industria por años. Así lo confesó en entrevista con Glamour:
“Creo que la primera vez, cuando tenía unos niveles de fama astronómicos de fama, aquello fue como una especie de trauma. Y no tenía una gran familia o un sistema de apoyos por lo que era fácil estar abrumada o perderte en ello (...) Y si tienes un mínimo de sensibilidad, es algo muy duro de sobrellevar. Así que me cerré en banda y me retiré de todo. Ahora estoy mucho más preparada para lidiar con esto y experimentarlo de una manera en la cual pueda pasarlo bien y no estar preocupada y aterrorizada todo el tiempo”.
Despues de haber desaparecido por varios años, Megan conformó una familia junto a Brian Austin Green y se convirtió en madre de tres pequeños. Sin embargo, despues de que esto terminara, la actriz regresó a la fama mostrando una nueva faceta, mostrándose a ella misma. De hecho, salido a la luz cuando volvió a encontrar el amor y como ella llama la otra mitad de su alma en Machine Gun Kelly.
Aunque la pareja se volvió mediática despues de hacer muy público su romance y tener un problema que los alejó por varios meses, ahora se sabe que han regresado, pero lo están llevando todo mas bajo perfil. Su amor le dio la vuelta mundo por ser uno bastante peculiar y excéntrico. Este involucraba un anillo de compromiso que rasgaba la piel si se lo quitaba, una gota de sangre guardada en un collar y rituales que los conectaban más allá de los terrenal en los que beben sangre.
De estas curiosas formas de vivir el amor con su novio, Megan dijo en esa entrevista que: “sí, supongo que el haber bebido la sangre del otro puede llevar a la gente a imaginarnos con un cáliz en plan Juego de Tronos. Pero solo fueron unas gotas. Y sí, bebemos sangre en algunas ocasiones pero solo con propósitos rituales. Tengo mucha experiencia en este asunto, leo las carta del tarot y hago muchas prácticas metafísicas y meditaciones. También rituales con la luna nueva y llena y ese tipo de cosas”, explica.
En la actualidad Megan se encuentra regresando a las películas, por ejemplo, va a aparecer en la cuarta entrega de Los Indestructibles y está trabajando en algunas otras producciones. Además, se ha dedicado a derrochar sensualidad como solo ella puede hacerlo. Un ejemplo de esto fueron sus más recientes fotos.
En las ultimas horas Megan ha estado compartiendo una sesión de fotos en la que se ve simplemente espectacular. Subida en un árbol, con algunos mechones en su cabello y un diminuto, pero muy diminuto bikini posando.
De una forma única, peculiar y espectacular, la actriz rompió internet mostrándose como una diosa de la selva prácticamente desnuda. Hasta su novio, MGK, no se aguantó y le dijo lo siguiente: “Si así es como se ve un animal salvaje, dejaría que me mutilara”.