La modelo compartió unas exquisitas fotos en bikini.
Aída lo volvió a hacer. Uno tranquilamente en redes sociales cuando de la nada aparece una foto de ella en bikini, dejando muy poquito a la imaginación. Aída Cortés se puso a tomarse fotos en el baño en Cartagena y pone mal a todos los que la siguen.
Con un diminuto bikini verde y su llamativa retaguardia, la modelo cerró sus ojitos y dejó que todos pusiéramos a volar nuestra imaginación viéndola con estas poses y de esa manera a través de la pantalla. Junto a las fotos escribió: “nada que no pueda solucionar una linda conversación”. Al instante sus seguidores empezaron a dejarle mensajes y elogiar su belleza.
La modelo santandereana estuvo visitando a Revista SoHo y hablando de su réplica de su parte íntima para sus fieles fanáticos. En esa conversación habló de todo un poco sin problema alguno y sin ningún prejuicio por nada.
SoHo: ¿Cómo te ha ido con la venta de la réplica de tu vagina?
Aída Cortés: Llevo más de un año trabajando en este proyecto, que aparte de ser la réplica exacta de mi vagina, es un producto que requirió inversión de tiempo, capital, pruebas y un equipo de trabajo. Esta que les traje es la única que hay, no se ha comercializado todavía.
SH.: ¿De dónde te sale la idea de la réplica?
A.C.: Muchos me decían que por qué lo hice, por qué una réplica exacta de mis partes íntimas y yo les digo que tengo usuarios que ven mi contenido y me puse a pensar qué es lo que ellos más desearían. Yo recibo mensajes diciendo ‘¿Aída, tú también haces servicios?’ O sea, que si soy prepago. Y yo les respondo: ‘nooo, solo hago contenido virtual’. Entonces pensé cómo hago para complacerlos sin afectar mi integridad física, pero que sí les dé a ellos un poquito más de mí. ¿Por qué no? ¿Qué tiene de malo?
SH.: Este es un juguete sexual, ¿pero no existen otros similares?
A.C.: Las que hay son traídas de China, no son artesanales, no tienen el respaldo de un personaje detrás. Además que de ser algo atrevido, es innovador, no cualquiera lo hace. Son mil unidades con una textura que es única y no lo digo porque sea la de Aída Cortés, sino porque no hay en el mercado.
SH.: ¿Cuál ves que es la percepción de la gente sobre el sexo?
A.C.: La sexualidad es un tema en el que la gente dice ‘ay no’ y por dentro ‘ay qué rico’. Entonces es delicado porque se busca, es una necesidad. Yo no existiría si no tuviera clientes. Y hasta ahí es muy respetable. La gente dice ‘¿y esta por qué hace eso?’ Porque sí, respondo. Yo no podría entender una persona por qué se lanza a la política o por qué es sicólogo y no logra solucionar sus problemas, pero al mismo tiempo ¿qué seríamos sin políticos o sicólogos? Hay que dejar los moralismos porque sea algo sexual, es un trabajo, algo que se hace con gozo.
SH.: ¿Sigues disfrutando igual el sexo a pesar de todos los días tenerlo en la cabeza por tu trabajo?
Pues es que si tú no eres feliz en tu trabajo es porque estás en el trabajo equivocado. Cuando haces lo que quieres hacer y te grabas de vez en cuando para venderlo, pues cómo va a ser un trabajo, no puede serlo, es mi labor, pero la disfruto. Nunca me voy a cansar.