El 17 de agosto de 1989 se inauguró en Tunja el Campeonato Mundial Juvenil de Ajedrez para menores de veinte años. Llegaron más de cien jóvenes de todas partes del mundo, las más brillantes promesas del ajedrez, como Susan Polgar, de Hungría, y Alexei Shirov, de Letonia (que esa vez jugó por la Unión Soviética pero hoy juega por España). Yo era el árbitro principal del campeonato masculino.
Todos quedamos conmocionados cuando nos enteramos, al día siguiente, de que habían asesinado a Luis Carlos Galán. Como eso fue noticia mundial, y en Tunja había cientos de jóvenes extranjeros, casi colapsan los teléfonos cuando llamaron todos los papás. Por fortuna, cada uno llamaba apenas veía la noticia, y como la hora del noticiero era distinta en cada país, pues de Venezuela llamaron a una hora y de Rusia a otra. Por eso no se cayeron las líneas de teléfono.
En Tunja no estaba pasando nada, yo diría que era la parte más calmada de todo el país, así que cada uno tranquilizó a su familia y el incidente no pasó a más. El campeonato fue todo un éxito y los invitados internacionales siguieron viniendo a Colombia sin ningún temor. El mismo evento se repitió satisfactoriamente en Medellín en 1996. La muerte de Galán me entristeció, puesto que él siempre fue muy deferente con el ajedrez colombiano. Recuerdo que en 1969 y en 1970 ayudó a que Ecopetrol patrocinara una copa de campeones y un torneo internacional de ajedrez.