Esta es la historia de cómo Omaira Ríos de TV&Novelas ayudó a Shakira en su salto a la fama.
A principios de la década de los noventa, a la gente en Colombia le daba pena reconocer que leía TV & Novelas. Gracias a mí y a mi dedicado equipo, la revista ganó su prestigio a pulso con trabajo periodístico intenso, proponiéndonos tener como mínimo una exclusiva, además de un tema curioso que diera de qué hablar en los medios. Precisamente con ese objetivo nació el concurso llamado "La mejor cola de Colombia", una idea mía. La propuse para TV Guía, otra revista semanal diseñada por mí que fue fenómeno de ventas, a pesar de que no vendía publicidad por su tamaño. Sabía que el concurso impactaría porque siempre he observado que los hombres miran sin tapujos a una mujer de frente, en cambio, le observan el trasero con mucho disimulo. Quería destapar ese deseo oculto.
Al día siguiente de ocurrírseme la idea, Shakira fue a mi oficina a pedirme que le ayudara para hacerse famosa. Hasta ese momento, la cantante no tenía ninguna canción pegada. Aunque había quedado de segunda en Viña del Mar, no pasaba nada con ella. Le comenté que estaba pensando en lanzar el concurso y, de inmediato, me pidió que la incluyera y se prestó muy entusiasta para que el fotógrafo Jairo Valencia le tomara las primeras fotos promocionales. Con ella participaron Lady Noriega y Lianna Grethel.
Lo que hicimos fue publicar fotos en poses que permitieran ver la cola de las participantes, y los lectores enviaban cupones. Cuantos más llegaran, más puntos obtenía la candidata. De las tres, Shakira fue la que apareció menos destapada. Quería ganar el concurso pero sin posar en vestido de baño, así que tuvimos que convertir un short en vestido de baño a punta de Photoshop. Luego, cuando ganó, ahí sí posó feliz con un diminuto hilo dental ante el lente de Javier Murillo.
Hace muy poco supe, de una fuente muy cercana a la artista, que Shakira tenía un poderoso mecenas que compraba revistas y ponía a sus empleados para que votaran por ella. No sé el nombre del personaje, solo sé que querían que ella ganara. Lady también tenía otro y por eso las dos quedaron de finalistas.
El concurso le sirvió para que se dieran cuenta que existía y la contrataran para una novela llamada Oasis que protagonizó con Pedro Rendón. El éxito de Dónde estás corazón llegó meses después y la niña, ansiosa por la fama, ya nunca más pisó la sede de la revista. Evidentemente, y estoy convencida de ello, la fama actual de Shakira no tiene nada que ver con el concurso sino con su talento musical. Sin embargo, la magia de sus shows musicales está en su espectacular movimiento de cola, que ahora llaman "de cadera". Porque no es posible mover la cadera sin la cola.
Que a ella no le guste hablar de este tema es comprensible. Concursar fue una solución desesperada cuando sentía que estaba en el túnel oscuro del anonimato. El hecho de que esté triunfando ratifica que tengo ojo de águila para detectar talentos en la sombra.
Siempre tuve claro que Shakira sería famosa y quise ayudarla para que lo lograra sin esperar recompensa alguna. Sabía que cuando alcanzara la fama no nos volvería a dar ni la hora, pero eso hace parte de los gajes del oficio. A mí no me pagaban para que los artistas me saludaran o agradecieran, sino para que craneara revistas vendedoras. De hecho, el concurso disparó las ventas de la revista y le dio mucha publicidad.