SoHo se propuso averiguar qué comieron cinco personajes célebres de la vida nacional el día —o la noche— en que fueron asesinados. Reconstrucción de las cinco cenas que cada uno de ellos saboreó sin saber que era la última.
Jorge Eliécer Gaitán
Candidato presidencial, asesinado el 9 de abril de 1948. Fue alcalde de Bogotá y ministro de Educación y de Trabajo.
Su nieta, María Valencia Gaitán, cuenta que el día que lo mataron, en el centro de Bogotá, desayunó lo de siempre entre semana: huevos pericos con cebolla y tomate, tostadas, pan francés, queso, mantequilla, café con leche y jugo de naranja. Una anécdota culinaria del caudillo: le encantaba hacer espaguetis en una máquina que había comprado en Italia; les ponía mantequilla y hojas de guasca, su aporte criollo.
Jaime Garzón
Humorista, periodista y abogado, asesinado el 13 de agosto de 1999.
La víspera de su muerte, Garzón almorzó en el restaurante Liberty del barrio bogotano La Macarena, un sitio que solía frecuentar y en el que le servían platos especiales (en la zona era famoso su gusto por el arroz con mariscos, verduras y salsa de tomate). Según recuerda Constanza Martínez, empleada del lugar desde hace 20 años, el humorista pidió un lomo especial de tres salsas (mostaza, pimienta y finas hierbas) con pasta al burro y vino blanco. Esa noche, Garzón no asistió a una comida que tenía programada y a la madrugada siguiente, camino a su trabajo en RadioNet, fue baleado por sicarios.
Andrés Escobar
Defensa central del Atlético Nacional y de la selección colombia, asesinado el 2 de julio de 1994.
Juan Jairo Galeano fue compañero de Escobar durante años en el Atlético Nacional. Eran muy amigos y J.J. acompañó al número 2 de la selección cuando volvió del Mundial de 1994, después de anotar un autogol que prácticamente eliminó al equipo del campeonato. El primero de julio de ese año estuvieron juntos desde las tres de la tarde. Fueron al bar Niágara, en el Parque Lleras de Medellín, y pidieron unas empanadas paisas con gaseosa. Eso fue lo último que comió Escobar antes de que se fueran a Pádova, la discoteca en la vía Las Palmas frente a la cual fue tiroteado a la madrugada. Según Galeano, allá no ordenaron nada de comer.
Luis Carlos Galán
Candidato a la Presidencia de Colombia, asesinado el 18 de agosto de 1989.
Fue ministro de Educación y congresista. El político santandereano era cliente frecuente del restaurante de comida italiana La Piazzetta, a donde solía ir con otros políticos al menos una vez a la semana. Agustín Marín, mesero del restaurante desde hace 35 años y hoy maître del lugar, recuerda que antes de que lo mataran en Soacha, el dirigente liberal almorzó cannelloni alla rossini: cazuela de tres rollitos de pasta gruesa rellenos de carne, con salsa de tomate y queso rallado gratinado al horno. Galán acompañó el plato con una copa de vino tinto.
Carlos Pizarro Leongómez
Comandante del desmovilizado grupo insurgente M-19, asesinado el 26 de abril de 1990 cuando era candidato a la Presidencia de colombia.
Pizarro asistió la noche anterior a su muerte a una comida en el restaurante La Trucha, que quedaba en la calle 70 con carrera sexta de Bogotá. Pidió la especialidad de la casa: una trucha con papas a la francesa, arroz y ensalada verde. Su compañera, Laura García, recuerda que estaba feliz porque asistieron amigos que no veía desde antes de irse al monte con el M-19. A la mañana siguiente no desayunó y muy temprano fue asesinado dentro de un avión que lo debía llevar a Barranquilla.