Este gringo de 41 años es uno de los profesores de matemáticas más solicitados en el mundo -y no precisamente por sus clases-. Seguro usted debe estar pensando que es un chiste, pero la verdad es que muchas mujeres lo buscan para tener un hijo con él.
Ari Nagel está casado y tiene tres hijos, pero eso no ha sido impedimento para que las mujeres lo eligan como el "semental" que necesitan para cumplir el sueño de ser mamás. Este hombre se dedica desde hace unos años a ser donante de esperma y por eso, ellas viajan desde China, Turquía, Nigeria, Sudáfrica o Israel para tener una cita con él. (La mujer que más peso levanta con la vagina)
Ari Nagel es papá de más de 20 niños con 18 mujeres diferentes. Además, este año tendrá ocho hijos más. A pesar de que es un simple donante de esperma, asiste a todas las invitaciones de cumpleaños, graduaciones, bautizos o salidas de campo para acompañarlos.
Según Ari, las citas siempre se llevan a cabo en un café o centro comercial para que ambas partes se sientan cómodas. El estadounidense ha dicho que no tiene ningún problema con tener sexo, pero esa decisión no la toma él, sino la mujer que paga por su esperma. Después de hablar sobre el dinero que le van a pagar, Negel va al baño hace su trabajo y le entrega a su cliente el esperma en un tarro. (Qué están haciendo mal los hombres en el sexo)
Nagel no es científico, médico y mucho menos utliza algún método clínico para que las donaciones sean seguras. Pero aún así, él mismo explica a sus clientes qué deben hacer y cómo. En realidad parece muy sencillo porque lo único que debe hacer la mujer es poner el esperma en su cuello uterino. Aunque no se hagan los procesos correspondientes, lo único que el profesor sabe es que ha funcionado más de 20 veces.
Las mujeres que buscan a Ari no lo hacen porque sea atractivo, carismático y mucho menos por su capacidad con las matemáticas. Ellas lo buscan porque él creo su propia empresa, es el único empleado y donante. Como si fuera poco, los precios que ofrece son mucho más accesibles en comparación con las clínicas especializadas.
Para Ari ser donante de esperma no es solo un trabajo, él se siente orgulloso de ayudar a que las mujeres puedan ser mamás y, sobre todo, a dar vida. Este hombre también ha sido donante de médula ósea. Y no crea que solo lo hace por ganar dinero (o hacerse la paja), según lo dicho en varias entrevistas al New York Post, para él es un honor ser elegido como donante y ayudar a los demás. (La mujer que tuvo sexo 919 veces en una tarde)