El Sour T-iesel desafía lo que para muchos es un peligro: la mezcla de alcohol y cannabis. Pero fresco: este cóctel no traba, es completamente legal y, además, sabe buenísimo.
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Lo primero que tiene que saber es que con el Sour T-iesel usted no va a trabar la borrachera ni a emborrachar la traba. ¿Por qué? Porque está hecho con cannabidiol (CBD), el principal componente de la marihuana, que no es psicoactivo y que, además, tiene varios usos medicinales: levanta el ánimo, funciona para tratar la ansiedad y la depresión, es antiinflamatorio... Y como seguramente se está preguntando qué es entonces lo que lo traba cuando fuma, come o hasta toma marihuana, sepa que ese es el tetrahidrocannabinol (THC), que es muy diferente.
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A qué sabe:
Jason Eisner, el maestro coctelero que se lo craneó, dice que utiliza CBD no solo por sus beneficios para la salud, sino por su sabor tan particular: un poco a cítricos, un poco a vegetales y, por supuesto, un poco a yerba.
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Qué tiene:
Trae tequila blanco, zumo de limón, néctar de agave, sal marina rosada, hojas de menta, aceite de CBD —fresco, es legal, lo consigue en cualquier tienda naturista— y té verde molido. ¿Y la hoja de marihuana? No se estrese, es solo un adorno.
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Dónde lo venden:
En Gracias Madre, un reconocido restaurante vegano de Los Ángeles (www.graciasmadreweho.com)
Cuesta 20 dólares, unos 58.000 pesos.