Tenga en cuenta los siguientes «tips» y evite suspender sus entrenamientos por cuenta de alguna molestia en esta zona del cuerpo
Las rodillas son una de las partes del cuerpo que tienden a sufrir más lesiones a lo largo de la vida. Y no es para menos, esta articulación que une el hueso del muslo o fémur a la parte superior del hueso de la espinilla o la tibia y que está compuesta por huesos, cartílagos, músculos, ligamentos y tendones, es la que soporta la mayor parte del peso del cuerpo, lo cual las hace más susceptible de lesionarse que otras articulaciones.
Ante esta situación es clave tener en cuenta ciertas medidas que pueden ser de gran ayuda, ya sea antes, durante o después de hacer ejercicio, pues una vez que las rodillas comienzan a resentirse, con el pasar de los años lo seguirán haciendo si no se fortalecen lo suficiente.
Lo primero que deberá tener en cuenta es el estado de su salud física. Por lo tanto, es primordial que antes de comenzar a entrenar y forzar sus rodillas visite al doctor. De esta forma, podrá evitar las patologías de rodilla y otras lesiones, ya que el médico podrá indicarle la mejor forma de empezar a fortalecer los músculos de las rodillas.
Por otro lado, tenga en cuenta que antes de cada entrenamiento es fundamental realizar rutinas de estiramiento y calentamiento, las cuales le ayudarán a aumentar la circulación a nivel de los músculos y a reducir la tensión muscular. Esto con el objetivo de poder realizar una rutina de manera adecuada y sin riesgos de sufrir alguna lesión, pues de una u otra forma le estará brindando estabilidad y protección a cada una de sus rodillas.
Ahora bien, tenga en cuenta que el calzado que utiliza a la hora de hacer ejercicio debe ser el adecuado, pues de lo contrario podría generar un mayor impacto y carga en sus rodillas al momento de correr o caminar. Esto va ligado a otro aspecto que no puede dejar de lado si hasta ahora está comenzando a entrenar o si siente algún dolor en sus rodillas, la superficie sobre la que realiza ejercicio.
Tenga en cuenta que esto puede influir en el impacto que reciben las rodillas mientras se ejercita. Por lo tanto, lo mejor es iniciar sobre superficies blandas, como el césped, la tierra o sobre los pisos blandos con los que por lo general cuentan los gimnasios. Esto con el objetivo de adaptar los músculos y los huesos al ejercicio, para luego poder pasar a una superficie más dura como el pavimento.
Evite el sobrepeso, pues el peso extra puede generar una carga adicional para las rodillas y aumentar el riesgo de sufrir alguna lesión u otro tipo de enfermedades relacionadas con la rodilla.
Por último, tenga en cuenta que siempre hay formas de darle una mano a las rodillas y, entre estas, están el uso de rodilleras. Estas pueden ser de gran ayuda, ya que le brindarán un mayor soporte y estabilidad a la articulación.
*En alianza con Smart Fit.