¿Alguna vez se ha preguntado cómo es volar con todos los lujos posibles? A nosotros nos dio curiosidad y le pedimos a Jarvis Marcus, un bloguero español que se dedica a reseñar cabinas de primera clase, que nos dijera cuáles son las cinco mejores del mundo. Échele ojo a su veredicto… y vaya acumulando millas.
Ruta: Londres - Singapur
Tiempo de vuelo: 13 horas
Precio: 7350 libras esterlinas (unos 28 millones de pesos)
Aerolínea: Singapore Airlines
Fue la primera aerolínea en estrenar el Airbus A380, el avión que revolucionó los estándares de comodidad para los pasajeros. No contentos con esto, los genios de Singapore decidieron que tenían que hacer algo revolucionario con los asientos y, por eso, pusieron paredes alrededor de cada enorme y lujosa silla. Además, la comida es supervariada, pues, aparte de la carta normal, hay una gran selección de platos que se pueden pedir por la página web, antes de volar: caviar, langosta Thermidor, chuletas de cordero, pato Pekín y otros 100 más. Además, reparten champaña Krug y Dom Perignon (la copa de cada una costaría unos 580.000 pesos, pero va incluida en el tiquete). El kit, marca Ferragamo, es de lujo y trae colonias de tamaño normal, no miniaturas. Pero lo mejor es la calidad de las azafatas. No sé cómo lo hacen, pero siempre que uno quiere algo aparecen incluso antes de que oprima el botón de llamada.
Ruta: Zúrich - Montreal
Tiempo de vuelo: 8 horas, 20 minutos
Precio: 11.200 libras esterlinas (unos 42 millones de pesos)
Aerolínea: Swiss International Airlines
En el aeropuerto de Zúrich, donde el vuelo hacía escala, entré por un control de pasaporte exclusivo y me monté a una limusina privada rumbo a la sala VIP de Swiss. La sala VIP tiene dos habitaciones de hotel con camas que parecen nubes condensadas, duchas tan potentes que podrían destapar una lata de Coca-Cola y vista a los Alpes suizos. Ya en el avión, la comida y las bebidas fueron espectaculares: salmón Balik —el mejor salmón ahumado del mundo—, quesos y chocolates suizos, acompañados con una copa de champaña Laurent Perrier Grand Siècle, por la que, en tierra, le cobrarían a uno alrededor de 440.000 pesos. El kit es de marca propia, Swiss, y trae productos carísimos de La Prairie —algo así como caviar para la piel— y una piyama de la empresa suiza de ropa interior de lujo Zimmerli. Después de comer, vi películas en el televisor de 32 pulgadas antes de dormir una siesta.
Ruta: Londres -Tokio
Tiempo de vuelo: 11 horas, 40 minutos
Precio: 8600 libras esterlinas (unos 32 millones de pesos)
Aerolínea: Japan Airlines
Tiene la mejor lista de bebidas de todas las aerolíneas. A uno le sirven, por ejemplo, champaña Salon, una marca ultraexclusiva que solo produce vinos dos o tres veces cada década, cuando las condiciones permiten la creación de un trago de calidad excepcional. El menú de degustación es al estilo Kaiseki (un banquete de la alta cocina japonesa) y trae caviar, una suave ternera wagyu y una gran variedad de mariscos y pescados. La comida la acompañé con vino Chateau Talbot, sake Isojiman (el mejor de Japón) e Hibiki 17, un whisky casi imposible de comprar en cualquier tienda, que aparece en subastas de vez en cuando. Además del alcohol, también sirven un té en botellas de vino que fuera del avión se vende por más de 450.000 pesos. Y le dan a uno un estuche de la marca de lujo española Loewe, en el que hay una buena cantidad de productos de la elegante compañía japonesa de cosméticos y cuidado personal Shiseido. Después de la comilona y de revisar el kit, me acosté sobre un colchón especial —que puede ser de superficie blanda o dura, uno elige—, con cobijas y almohadas de hotel cinco estrellas.
Ruta: Londres - Abu Dabi
Tiempo de vuelo: 7 horas, 20 minutos
Precio: 9850 libras esterlinas (unos 37 millones de pesos)
Aerolínea: Etihad Airways
Tiene, sin lugar a duda, el producto de primera clase más increíble del mundo. Mientras la mayoría de líneas aéreas se conforman con asientos normales, Etihad ofrece a los pasajeros de primera clase ¡un apartamento entero! Yo estoy acostumbrado a ver dos pasillos en un avión normal, pero aquí había uno solo, con cinco apartamentos a cada lado. Mi novia y yo viajamos en dos puestos juntos, y bajábamos la pared que los dividía para formar un espacio enorme, con dos teles, una cama doble, dos sillones, dos armarios, varias lámparas, dos minibares y seis ventanas. Para comer, aunque hay una carta normal, Etihad tiene un servicio muy especial: el chef a bordo prepara platos al gusto de cada pasajero. De trago, sirven champaña Billecart Salmon 2007 y Chivas Royal 21 años —en un bar cobrarían 441.000 pesos por un trago—. El estuche que dan trae productos de Omorovizca, una costosa marca de cuidado para la piel creada en Hungría. Después de comer, uno puede descansar en un salón compartido entre los pasajeros de primera y de business o, si prefiere, bañarse.
Ruta: Londres - Hong Kong
Tiempo de vuelo: 11 horas, 50 minutos
Precio: 6500 libras esterlinas (unos 24 millones de pesos)
Aerolínea: Cathay Pacific
No hay wifi, ni suites con puertas, ni un bar a bordo… pero volar con Cathay es un gran placer. La cabina tiene tan solo seis asientos de primera. Las sillas 1A y 2A están separadas de las otras cuatro, así que si viaja acompañado y reserva estos dos puestos, se sentirá en su propio jet privado. Los asientos son tan enormes que dos adultos caben en uno. Tan pronto se sube al avión, una azafata se acerca y le ofrece una copa de Krug, una de las mejores champañas del mundo, y unas entradas dignas de un restaurante con estrellas Michelin. El estuche es de la lujosa marca de cosméticos australiana Aesop. La piyama y las pantuflas, de algodón orgánico, las fabrica PYE, una reconocida marca de ropa japonesa. Y hablando de PYE, uno recibe un bono de 5000 dólares de Hong Kong (alrededor de 2 millones de pesos) para gastar en sus boutiques. Después de una cena que incluye platos diseñados por los chefs de la cadena de hoteles de lujo Mandarin Oriental —entre ellos, una exquisita entrada de caviar y filete de carne japonesa wagyu—, dormí unas horas en una de las camas más anchas y cómodas del mundo.