¿Está cansado de que el hombre sea quién tenga que hacer todo? Pagar la cuenta, proponer matromionio... pues Lincy Acosta tiene varias propuestas interesantes. Van desde lo sexual hasta lo romántico para que las mujeres cambien ese tradicionalismo ¿Y usted hombre, quisiera que ellas se atrevieran un poco más?
1 Invitarlos a lugares extraños para tener sexo
Los hombres normalmente deciden los lugares para tener sexo: su casa o el motel que frecuentan. Pero ellas también tienen el deber de invitarlos a lugares diferentes. Por ejemplo, un balcón, un baño o un cuarto oscuro. Y ojo no solo por la diversión de ellos, sino por la diversión propia.
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¡Mujeres! la iniciativa no siempre debe ser del hombre.
2 Pedir matrimonio
Son pocas las historias de amor donde la mujer pide la mano de su pareja. Y son nulas las que conozco.
El hombre tiene que pasar por cosas para las que no ha sido preparado. Por ejemplo, comprar el anillo perfecto, encontrar una forma creativa de pedirle la mano a su novia (porque de lo contrario no es “especial”), hablarlo con los papás de la futura y, en el peor de los casos, recibir un no.
Las mujeres también deberían pedir matrimonio. Sería más fácil de ejecutar todo el itinerario. Ella elegiría el anillo que siempre quiso, no tendría que preocuparse por la innovación, es decir: ¿qué más novedoso que una mujer arrodillada pidiendo matrimonio?
3 Comprar rosas y chocolates
Y no solo rosas y chocolates. Tampoco pensemos en el oso de peluche, esos hasta yo, los detesto. El punto acá es que por ser mujeres omiten regalar a su pareja cosas sencillas pero significativas.
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¿A cuántos hombres sus parejas los llenan de regalos como estos? Además, cada día la tecnología va dejando cosas a un lado, ya no escribimos cartas porque es más fácil enviar un email o un mensaje por Whastapp o Facebook.
Tampoco vamos a cine porque para ellos es más económico ver películas en casa mientras tienen sexo con ellas.
4 Comprar los preservativos
Aun no entiendo cómo algunas mujeres pueden dejar su salud vaginal, en manos de alguien que podría significar tan solo un año, un mes, una semana o una noche.
Vivimos en tiempos donde los índices más altos de VIH, después de la comunidad gay, los reportan las amas de casa. ¿Quién dijo que era responsabilidad del hombre comprar los preservativos y mantener la vagina de su pareja a salvo?
Son muchas las personas que se exponen a muchas enfermedades al mantener relaciones sexuales sin preservativo, en su mayoría los hombres, pues se excusan al decir que el preservativo les resta sensibilidad.
Parece que no supiesen comprar preservativos, hoy en día gracias a los avances, tecnológicos de los mismos fabricantes, se añaden productos que incluso permiten sentir el doble.
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5 Pagar la cuenta
He escuchado a miles de mujeres hablar de sus parejas y suponer que el mejor hombre es él que paga todo: ¡Que tristeza!
Se supone que su pareja debe hacerle crecer como persona y proponerle nuevos retos. Las mujeres deberían saber que pagar la cuenta o al menos ayudar con la mitad de ella es absolutamente necesario para sobrellevar bien cualquier tipo de relación y no someterse a cosas que tal vez no le gusten.
Según la lógica de algunas mujeres, si las van a invitar a comer, tienen que pensar muy bien qué van a pedir. No puede ser muy costoso porque detestarían pasar por abusivas, pero no puede ser tan económico, porque pasarían por fáciles. Y si él sugiere algo, tienen que pedir aquello para agradarle o acomodarse a su presupuesto.
¡Qué fastidioso dejar de disfrutar lo que le gusta por la comodidad a otro!
Lo mejor siempre será dejar ese laberinto y empezar a pagar tan siquiera la mitad de la cuenta. Así él y ella van a poder disfrutar más de los planes juntos, además, usted la mujer no va a tener la necesidad de aparentar nada o mentir.
6 Comprarles ropa interior para que nos seduzcan
No sé si a muchas mujeres les pasa, pero soy de las mujeres que ama ser seducida. Normalmente es el hombre quien elige qué ponerse para seducir a su pareja.
Y no es porque quiera ser imponente, pero las mujeres también pueden decirle a su pareja qué quiera que se ponga.
No solo ropa interior, puede ser un disfraz o incluso algún juguete sexual. Les recomiendo comprar ropa interior de dulce, proponen diferentes sabores y usted puede proponer un sin número de situaciones y juegos interesantes.
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