SoHo le encargó al sonetista Pompilio Iriarte que le escribiera un poema al director técnico de la Selección, simplemente porque nos tiene cerca al Mundial.
Cómo tocar con arte la pecosa
El fútbol es poema ¡Quien lo niega!
Van palabra y balón como el ovillo
dibujando la red, con tanto brillo
que teje al jugador y al estratega.
(Por qué no le hago fuerza a la Selección Colombia)
Con tretas de rufianes no se juega
por más que se haga bola el armadillo;
no saca el Cid la espada del bolillo
ni el lustre de la ofensa y la refriega.
Ya quisiera el cobarde la risuena
pasión del Campeador, y la grandeza
de dar amor sin palos a la moza.
(5 Historias insólitas de la Selección Colombia)
Y José Néstor Pékerman enseña
con pundonor, con temple y con nobleza
como tocar con arte la pecosa.