En las montañas de los Andes, las selvas amazónicas y las costas del Pacífico los peruanos cuentan las horas para la participación de su selección en el Mundial Rusia 2018. ¿Cuáles son los retos que enfrentan? ¿Cómo se preparan para esta fiesta mundialista?
En las montañas de los Andes, las selvas amazónicas y las costas del Pacífico los peruanos vibran por la participación de su selección en el Mundial Rusia-2018, al que llegarán sin su máxima estrella Paolo Guerrero.
Pese a no contar con Guerrero, suspendido 14 meses por dopaje por el Tribunal Arbitral del Deporte (TAS), Perú buscará en Rusia realizar su mejor papel mundialista, aseguró el técnico argentino Ricardo Gareca, que clasificó a los incas tras 36 años de ausencia de un Mundial.
"No tengo una bola de cristal. Pero lo que les puedo decir es que nosotros vamos a estar preparados para la exigencia máxima", dijo Gareca.
"Todos los inconvenientes que se nos presenten vamos a solucionarlos dentro y fuera del campo", aseguró el técnico, quien se convirtió en un héroe para los peruanos.
El mediocampista Yoshimar Yotún expresó que los jugadores "no irán de paseo al Mundial, sino a competir con selecciones de élite".
Perú debutará en el Mundial el 16 de junio ante Dinamarca, en Saransk. Luego enfrentará a Francia el 21 de junio en Ekaterimburgo y cerrará sus duelos en el Grupo C contra Australia, el 26 de junio en Sochi.
Tras el partido Perú-Argentina por el clasificatorio sudamericano, el pasado 5 de octubre, Guerrero dio positivo a un metabolito de la cocaína incluido entre los productos prohibidos de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA).
El delantero negó haber consumido cocaína y atribuyó el hecho a una involuntaria contaminación alimentaria en el hotel de Buenos Aires donde se concentraba el equipo.
La FIFA anunció en diciembre que la suspensión de un año infligida al delantero del Flamengo se había reducido a seis meses y terminaba el 3 de mayo, lo que debía permitirle disputar el Mundial.
Pero el TAS ahora elevó la suspensión de Guerrero a 14 meses, lo que ha causado desazón en Perú.
Las posibilidades de que el capitán de la selección peruana pueda acudir al Mundial se evaporaron después de que se reuniera en Zúrich con el presidente de la FIFA, Gianni Infantino. Sin embargo, presentó la semana pasada un recurso ante el Tribunal Federal suizo, su última esperanza para ir a Rusia.
El boleto a Rusia tiene el efecto de un poderoso tónico reconstituyente para un país que se resignó a ver por televisión los mundiales desde México-1986.
En noviembre del 2017, Perú cumplió un sueño atesorado con pasión desde hacía casi cuatro décadas: clasificar a un Mundial de fútbol. La última vez que participó fue en España-1982.
Pasaron ocho clasificatorios antes de que la selección peruana volviera a un Mundial. Rusia será el quinto al que acude.
En España-1982 LAS estrellas eran el defensa y capitán Héctor Chumpitaz, el delantero Teófilo ‘el Nene‘ Cubillas (10 goles en los mundiales), los centrocampistas César Cueto y José Velásquez, y el arquero argentino-peruano Ramón Quiroga.
Pero la suerte no acompañó a la selección peruana, ya que en España sumó dos empates ante Camerún (0-0) e Italia (1-1), para finalmente caer goleada 5-1 ante Polonia.
"Fuimos con mucha esperanza de hacer una buena Copa del Mundo, pero en realidad no salieron las cosas como pensábamos. Fuimos muy precarios en nuestro juego y por ende fuimos eliminados y goleados", dijo a la AFP el exdelantero Guillermo La Rosa, que marcó el tanto ante Polonia, el último de Perú en un Mundial.
"No pensé nunca se iba recordar tanto, yo estaba ya saturado del gol que había hecho. Quería que la selección vaya al Mundial para acabar con esto", comentó el exjugador, que tiene 65 años.
Percy Rojas, que jugó en Argentina-1978 y España-1982, dijo a la AFP que jugar un Mundial es para un futbolista "como una graduación universitaria", porque su nombre pasa a ser conocido en todo el mundo.
La fiebre mundialista se vive en cada espacio del país, donde los comercios y espacios públicos lo promocionan.
Llegó también a las cárceles, donde se organizó un torneo entre presos de diferentes penales con camisetas de los países participantes en Rusia 2018.