Si utiliza expresiones como “que la fuerza te guíe” y “ojalá no te vayas al lado oscuro”, seguro ya vio la última entrega de Star Wars: Episodio IX - El ascenso de Skywalker, uno de los grandes estrenos de diciembre. Para ponerse en ambiente, conviene darle un repaso a lo bueno, lo malo y lo feo de la saga, creada por George Lucas en 1977. Entre gustos no hay disgustos.
Se centra en el romance entre un Anakin Skywalker adolescente, interpretado por Hayden Christensen, y una Padmé Amidala más veterana, a cargo de Natalie Portman. Aquí se desvanece la emoción de las cintas anteriores.
Tiene una que otra escena aceptable y la encargada de amenizar la fiesta fue la actriz Phoebe Waller-Bridge, con su interpretación del androide L3-L7. El Han Solo de Alden Ehrenreich no tiene el mismo magnetismo que el de Harrison Ford.
La escena de la transformación de Anakin en Darth Vader definitivamente sacude, más si se tiene en la cabeza al angelical personaje con pinta de monaguillo de dos cintas atrás. El resto de la película puede resultar infantil y hasta aburrida.
J.J. Abrams se estrenó como director en esta cinta, tras la sombra de George Lucas. Aquí regresaron íconos de la saga como Leia, Han Solo y Luke Skywalker, quienes dieron origen a todo. Combina pasado y presente, además de acudir a la nostalgia.
Aquí brilló Darth Maul, el fiero Sith que mostró por primera vez un sable láser de dos puntas y protagonizó un superveloz duelo. Además tiene a Jar Jar Binks y la carrera de naves, que hasta se convirtió en videojuego.
La muerte de Carrie Fisher, quien interpretó a Leia, se convirtió en un reto que el director Rian Johnson manejó con altura. Es profunda, sin caer en lo cursi, y tiene batallas alucinantes, como el bombardeo del inicio.
Impactante. El rescate de la princesa Leia en el Palacio de Jabba, la muerte de Darth Vader y la explosión de la base espacial son para enmarcar. ¡Ah!... No hay que olvidar los ewoks, esos osos de peluche entre tiernos y diabólicos.
Es la favorita de muchos y el mejor ejemplo de lo complicado que es hacer una secuela. Pero salió airosa. Lleva al público por una serie de aventuras inesperadas y le da a la trama un giro interesante.
Es el punto de partida de toda la saga y al mismo tiempo la más emocionante de la trilogía original. El asalto final de las naves X-Wing a la invencible Estrella de la Muerte, hizo historia y marcó el camino para cintas posteriores.
Es una cinta poderosa y melancólica, cuyo objetivo inicial era generar ingresos publicitarios. Tiene una historia audaz y un final sombrío de esos que no pueden terminar de otra forma.
El compañero incondicional de Han Solo no necesita hablar, ya que a punta de gemidos, movimientos y miradas lo dice todo. No se sabe mucho de él, pero siempre está ahí. Y cuando no está, hace falta.
Una criatura exótica que llama la atención gracias a su curioso hablado y su apariencia de anciano histérico. Es pacifista y muy espiritual, pero cuando se trata de pelear, demuestra por qué es “el Maestro Yoda”. Un Gandhi de otra galaxia.
Sus fans la vieron crecer en la pantalla. Arrancó como una princesita caprichosa y se transformó en una carismática y aguerrida líder, encargada de guiar la resistencia.
Es el típico maleante que cae bien y que arrasa con las mujeres. Harrison Ford creó un personaje que refleja a la perfección lo que es ser cool. Lleno de defectos, siempre se las ingenia para salirse con la suya.
Sin dudas, sobresale como uno de los malos en la historia del cine. Despiadado, con un poder sin límites y una inolvidable voz de ultratumba, es de esos antagonistas a quienes los espectadores les hacen barra.
Torpe, caricaturesco y poco natural, este habitante del planeta Naboo hizo reír a unos y enervó a otros. Rompe con los personajes ficticios de series anteriores, que si bien se sabía que no eran reales, no rayaban en lo ridículo.
La apertura de El Imperio contraataca es deslumbrante por obra de este combate en el gélido planeta Hoth. En medio de la nieve, un enjambre de poderosos tanques, cuya forma recuerda a los camellos, acorrala a los rebeldes en su base.
El guerrero Sith se da sus mañas para combatir solo a Qui Gon-Jinn y Obi-Wan Kenobi, dos poderosos jedis en La amenaza fantasma. Un combate épico que cierra la tan esperada cinta luego de 16 años.
El momento en el que la princesa Leia le dice a Han Solo: “Te amo” y este responde: “Lo sé”, marca el inicio de un romance clave para la trama. La respuesta de Han Solo no podía ser otra viniendo del ser más convencido de la saga.
Luego de perder un brazo, Luke está a punto de ser derrotado por Darth Vader. Justo en ese momento, este último le pide que unan fuerzas y le confiesa que es su padre. Luke deja escapar un sentido “¡nooooo!”.
Es impactante ver el nombre de la saga flotando sobre una galaxia y luego las letras amarillas que hacen la introducción en la primera entrega de la serie. Eso, sin mencionar la música, con tintes de marcha de guerra, que la acompaña.
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