El portal de turismo tiene más de 60 millones de miembros calificando tours, restaurantes y hoteles por todo el planeta. Un periodista de SoHo se dio a la tarea de comprobar si algunos planes y lugares que recomiendan para Bogotá sí salen tan buenos como los pintan.
Tours
El top 5 de Tours
Hansa Tours (hansatours.com)
Bogotá Graffiti Tour (bogotagraffiti.com)
Bogotá Bike Tours (www.bogotabiketours.com)
Explora Bogotá (www.explorabogota.com)
The Colombian Way (www.thecolombianway.com)
Bogotá Bike Tours
Qué es: como su nombre bien lo indica, un tour en bicicleta por Bogotá. Dura alrededor de cuatro horas y consta de: paradas en la Plaza de Bolívar, el Parque Nacional, el barrio La Soledad, el Chorro de Quevedo, el Parque del Renacimiento; degustación de café tostado en una fábrica de garaje y de frutas en la plaza de mercado de Las Nieves; visita guiada a la plaza de toros La Santamaría; par polas, intento de mecha y foto con un tendero desdentado en una cancha de tejo.
Cuándo es: todos los días a las 10:30 de la mañana y a la 1:30 de la tarde. Ojo, sale muy puntual, debe ser porque el dueño no es colombiano.
Dónde es: Cra. 3 n.° 12-72, en el barrio La Candelaria, la meca del mochilismo capitalino.
Cuánto le arrancan: 35.000 pesos por cabeza. Incluye guía en inglés y mecánico de overol y cachucha para atrás, por si se le traban los cambios o se le sale la cadena.
Lo bueno
El plan es una delicia, incluso para un rolo: pedalearse esta ciudad siempre será muchísimo más sabroso que recorrerla en taxi, en un TransMilenio a reventar o incluso en uno de esos tediosos buses turísticos de dos pisos. Además, no lo llevan solo a la Bogotá “de mostrar”: pasa también por puntos vergonzosos de la ciudad, como el mítico lupanar despedidor de solteros La Piscina, enclavado en nuestro tristísimo red-light district, el barrio Santa Fe.
Lo malo
Tres cosas: 1. Las bicicletas están bien trajinadas, no les caería mal un mantenimiento. 2. Toca pedalear entre buses por la carrera séptima, donde —no lo quiera el señor de Monserrate— algún gringo desprevenido puede terminar dado de baja por un busetero atravesado. 3. La parada en la fábrica de café es, además de insufriblemente larga, absurda: uno solo ve una máquina tostadora en un parqueadero estrecho.
Conclusión
Es el plan perfecto para un gringo o un australiano recién llegado: conoce el centro y sus alrededores; le dan pinceladas de la historia bogotana: Jiménez de Quesada, el Bogotazo, la toma al Palacio de Justicia…; pasa por puntos turísticos que vale la pena ver a toda para darse cuenta de que no tienen nada de turísticos, como el monumento a Gaitán; y si viene solo, conoce a otra gente que también está buscando —entre otras cosas, digamos, menos legales— un antro para bailar salsa.
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Llame al teléfono 3125020554 o métase a
www.bogotabiketours.com
Calificación en TripAdvisor: 5
Calificación de SoHo: 4.5
Museos
El top 5 de Museos
Museo Botero (Calle 11 n.° 4-41)
Museo del Oro (Calle 16 n.° 5-88)
Museo Nacional (Carrera 7 n.° 28-66)
Casa Museo Quinta de Bolívar (Calle 20 n.° 2-91)
Planetario (Calle 26B n.° 5-93)
Museo Histórico de la Policía
Qué es: un “palacio estilo neoclásico”, según palabras de los guías, donde se exponen desde galerías aburridísimas con todos los directores de la Policía, hasta objetos incautados por la institución que el visitante disfrutará con morbo: la pistola con empuñadura en mármol de Rodríguez Gacha, la Harley Davidson enchapada en oro de alias Arete, el Rólex chiviado del Mono Jojoy, el teléfono satelital de Pablo Escobar…
Cuándo es: todos los días, entre las 8:00 de la mañana y las 5:30 de la tarde.
Dónde es: Cl. 9 n.° 9-27, también en La Candelaria.
Cuánto le arrancan: cero, ¡es gratis! Incluye guía en español, inglés, francés o lenguaje de señas.
Lo bueno
La Sala de Armas, que tiene sables, fusiles, cañones y pistolas hasta en forma de esfero… Además, los tours están a cargo de los policías más amables y sonrientes de la ciudad, y eso sí que lo agradecemos los bogotanos, acostumbrados a agentes groseros y careculos cuya frase de batalla es “eso no pasó en mi cuadrante” o “¿y qué quiere que haga yo?”.
Lo malo
Varias cosas: la Sala de las Leyes, donde se exhibe desde una copia mal hecha del Código de Hamurabbi hasta una copia peor hecha del primer bolillo de la historia, que los policías llaman “bastón de mando”; los corchos con imágenes en sepia, tipo “Foto Bené”, de expolicías con aire solemne; el maniquí con indumentaria típica de carabinero que porta una placa con el nombre de un subintendente cualquiera: “Álvaro Uribe”.
Conclusión
No sobra echarse una pasada muy breve, si uno tiene un par de días libres para turistear o está desempleado. Imagino que la buena calificación que le han dado los usuarios de TripAdvisor radica en que los ‘juguetes’ incautados a la mafia pueden resultar tan taquilleros para los extranjeros como la Sala de Capturas, donde cuentan paso a paso cómo mataron a Pablo Escobar, tema de gran acogida entre el público sueco, alemán y holandés.
¿Quiere más información?
Llame al teléfono 2430840 o métase a www.policia.gov.co/portal/page/portal/MUSEO
Calificación en TripAdvisor: 4
Calificación de SoHo :2.5
Bed & Breakfast
El top 5 de Bed & Breakfast
Hotel Classic (Calle 25A n.° 38A-22)
Ole Mi Casa (Calle 27 n.° 4A-26)
Casa Galería (Carrera 2 n.° 12 B-92)
Casa Guadalupe (Calle 12B bis A n.° 1-21)
Swiss Hostal Martinik (Carrera 4 n.° 11-88)
Chorro de Quevedo
Qué es: una casa alta y angosta en una calle empinada, a menos de una cuadra del Chorro de Quevedo. Tiene cuatro pisos, cuatro cuartos pequeños —una cama doble, un televisor y un baño— y una especie de suite presidencial en el altillo.
Dónde es: Cl. 12B bis A n.° 1-53
Cuánto le arrancan: en temporada alta —mitad de año o diciembre—, entre 120.000 y 140.000 pesos por cuarto, con desayuno incluido.
Lo bueno
Suficiente para una pareja que no pretende alojarse en hoteles con recepción, botones y restaurantes de servilleta de tela, pero que quiere su cuarto privado. Recomendada la habitación de lujo: una especie de ático iluminado, amplio, independiente, con cocina, con nevera…
Lo malo
Cualquiera acostumbrado a echar pata por los alrededores del Chorro de Quevedo sabe que a veces pasan oleadas de una especie de tufo, digamos, rancio. Este viene o bien de las chicherías que hay en la zona o bien de las ‘chichicerías’ en las que se convierten los callejones aledaños entrada la noche. Pues bien, ese olor puede llegar a meterse a la casa. Y, por si acaso: si el gringo que viene ya tiene sus buenos años o sufre de vértigo, debe tener en cuenta que el hostal es lleno de escaleras bastante inclinadas, lo que le puede dificultar la movilidad, y para movilidades difíciles ya tendrá el resto de Bogotá.
Conclusión
Digamos que usted es suizo, que tiene espíritu mochilero, que le jala a las bebidas —y hierbas— espirituosas, que en parte por eso viajó a Colombia… entonces llegó al lugar indicado: puede disfrutar de la fiesta nocturna del Chorro, de sus artistas callejeros, del encuentro con otros extranjeros, de una poco recomendada rasca de chicha… y después caminar —gatear, de ser necesario— a su alojamiento.
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Llame al teléfono 3426204 o métase a
www.hotelchorrodequevedo.com
Calificación en TripAdvisor: 4.5
Calificación de SoHo: 3
Restaurantes
El top 5 de restaurantes
Sant Just (Calle 16 A n.° 2-73)
Matiz (Calle 95 n.° 11A-17)
La Mina (Calle 73 n.° 8-60, hotel JW Marriott)
Rafael (Calle 70 n.° 4-65)
Pimento Cucina Italiana (Av. El Dorado n.° 69B-53, hotel Marriott)
Sant Just
Qué es: un almorzadero francocolombiano manejado por el chef Eric Noirard. Ofrece recetas “creativas” que, según su propia descripción, mezclan las cocinas mediterránea, francesa y de la tierrita. Tiene una decena de mesas y tres barras, y es atendido por extranjeros muy amables que le pueden hablar en inglés o en francés, si prefiere.
Cuándo es: está abierto de lunes a viernes desde el mediodía hasta las 4:00 de la tarde, y los sábados, de 12:30 a 4:30 p.m.
Dónde es: Cl. 16A n.° 2-73, otra vez en La Candelaria.
Cuánto le arrancan: 12.000 pesos por un quiche Lorraine, 15.000 por un cordero a la plancha con puré de papa y legumbres, 20.000 por una corvina al vapor con quinua y vegetales, 2500 por una limonada de hierbabuena (tenga en cuenta que los platos cambian todos los días).
Lo bueno
Altísima calidad por un precio razonable, algo de lo que podrían aprender los chefstars colombianos, en cuyos restaurantes una gaseosa puede costar 6000 pesos; una carne, 45.000, y una pasta al burro, más que una langosta en el Central Park neoyorquino.
Lo malo
Lleve libro o vaya acompañado de buenos charladores, porque la comida puede tardar 45 minutos en llegarle a la mesa. Lo otro es que solo se puede pagar en efectivo.
Conclusión
Buenísimo, todo un descubrimiento para cualquier rolo acostumbrado a corrientazos gomelos de 20.000. El ambiente es agradable, el baño huele a menta, los meseros son adorados, no tiene plato malo… Si no fuera porque toca esperar una eternidad, sería el Nadia Comaneci de los restaurantes y se llevaría la calificación perfecta. Igual, cuando uno está en plan de chancla, bermudas y excursión suele tener todo el tiempo del mundo para esperar por una buena comida, supongo que en parte por eso tiene tanta hinchada entre los europeos que nos visitan.
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Llame al teléfono 4777555 o métase a
www.santjust.co
Calificación en TripAdvisor: 4.5
Calificación de SoHo: 4
Lugares de interés
El top 5 de Puntos de Interés
Torre Colpatria (Carrera 7 n.° 24-89)
Tren de la Sabana (Calle 13 n.° 18-24)
Chorro de Quevedo (Carrera 2 con calle 13)
Palacio Echeverry (Carrera 8 n.° 8-09)
Plaza de toros La Santamaría (Carrera 6 n.° 2-650)
Monumento a Jorge Eliécer Gaitán
Qué es: una placa, enclavada en una pared ennegrecida por el esmog, que reza: “Aquí cayó Jorge Eliécer Gaitán, caudillo del pueblo. 9 de abril de 1948”. Ubicada entre las fachadas de un Pizza Pizza y un cafetín, está acompañada por unas palabras y un retrato perdido del homenajeado y rodeada de mensajes lagartos del Partido Liberal, de un comandante del Palacio de la Policía, de algún grupo llamado Viernes Gaitanistas...
Dónde es: en la carrera séptima con avenida Jiménez, esquina suroccidental.
Cuánto le arrancan: gratis… y es caro
Lo bueno
Si un gringo lo visita Lonely Planet en mano o como parte de un tour, puede aprender quién era Gaitán, la importancia histórica del punto exacto donde murió, y que eso llamado el Bogotazo es diferente a la feria callejera del Septimazo —créalo, muchos turistas confunden los dos términos.
Lo malo
Algún especialista en hipérboles lo llamó “monumento”, y el título le queda enorme. En lo único que se parece a uno es en los grafitis que lo ensucian. Muy triste ese homenaje tan insignificante a un tipo tan destacado.
Conclusión
Se entiende que Bogotá no es París, donde hay cientos de estatuas y mausoleos y obeliscos que vale la pena ver, pero ¿unas placas casi imperceptibles en una pared sucia sí le interesan a un turista?, ¿de verdad? Si el ‘monumento’ a Gaitán es siquiera reseñable, el Américo Vespucio de la carrera séptima —ese que vive mutilado, descabezado o envuelto en papel higiénico a manos de los borrachos más recocheros de la ciudad— sería Estatua de la Libertad, nuestro David.
Calificación en TripAdvisor: 3.5
Calificación de SoHo: 1