Preparamos este perfil futbolístico de Kaká, el campeón, el goleador, el hombre de los 1.86 metros de estatura y uno de los mejores aliados en la cancha.
El 17 de diciembre del 2017, Ricardo Izecson dos Santos Leite, más conocido como Kaká, decidió ponerle fin a una carrera de cerca de 28 años llena de éxitos en el fútbol. Su historia la empezó a escribir en las inferiores del São Paulo de Brasil con tan solo ocho años de edad, para después dar el salto a Europa y seguir brillando, a tal punto que se convirtió en el último jugador en ganar el Balón de Oro, previo a que iniciara la hegemonía de Lionel Messi y Cristiano Ronaldo.
Kaká fue un apodo con el que lo bautizaron para que su hermano menor pudiera comunicarse de manera sencilla y eficaz con él, al no poder pronunciar su nombre de manera correcta. Nació el 22 de abril de 1982 en Gama, Distrito Federal en Brasil y, desde muy joven, comenzó a mostrar su interés por la ‘pecosa’, la cual le permitió escribir su nombre en letras doradas en el fútbol mundial.
“40 años es un momento especial de mi vida, el primer momento de hacer retrospectiva, mirar lo que pasó. Solo puedo agradecer por mi vida profesional, por mi mujer, tres hijos, padres, un hermano de verdad y mis amigos. Son 40 años de mucha felicidad, mucho más de lo que podría imaginar”, dijo emocionado Kaká en entrevista exclusiva para SoHo. “Que vengan otros 40″, aseguró.
El inicio de su carrera como futbolista fue bastante prometedor. El São Paulo, uno de los equipos más históricos de Sudamérica, apostó por este joven que terminaría siendo una de sus máximas estrellas. Con tan solo 15 años firmó un contrato con el club y, sin duda, no decepcionó, pues fue una ficha clave para que el equipo juvenil ganara la Copa juvenil de Gloria.
Pero Kaká estaba para grandes cosas y el equipo paulista muy pronto decidió ascenderlo a la plantilla del primer equipo. El 1 de febrero del 2001, con tan solo 18 años, el jugador brasileño saltó al campo de juego del Morumbí desde el banquillo para debutar como profesional contra el Botafogo en el ya extinto torneo Río Sao Paulo. Así se dio a conocer al mundo entero.
En su primera temporada con el São Paulo, Kaká marcó 12 goles en 27 partidos, un año después, 10 en 22 partidos. Fue el 31 de enero de 2002 que cumplió el sueño de todo jugador en su país: jugar con la ‘verde-amarela’, la selección Brasil de mayores. Lo hizo durante las Eliminatorias ante Bolivia en Goiânia. Su capacidad goleadora comenzó a retumbar en diferentes equipos europeos por lo que en el 2003, el Milan le puso el ojo encima y pagó 8.5 millones de dólares por su pase.
Fue el último jugador mencionado en la lista de los que hicieron parte del mundial de Corea-Japón y solo jugó 25 minutos. Sin embargo, con tan solo 20 años quedó marcado como uno de los que levantó la última Copa del Mundo que hay hasta el momento para Suramérica, la quinta para Brasil.
Vistiendo los colores de la absoluta no fue lo único que consiguió. Poco a poco Kaká se ganó un puesto en la titular del equipo con el que también tuvo la posibilidad de darle la alegría a su país de conseguir dos Copas Confederaciones, la primera en el 2005 y la segunda en el 2009.
Sin embargo, no todo fue alegría con su selección. Si bien son muchos momentos de felicidad los que pudo disfrutar con Brasil, hubo otros en los que la pasó mal, principalmente en Alemania 2006, donde vivió uno de los momentos más duros de su carrera como futbolista: la eliminación en los cuartos de final con Francia en esta cita orbital. El mundial de Sudáfrica del 2010 sería el último que jugaría para su país y allí la maldición les llegó con Países Bajos.
En el Milan vivió sus mejores años. Entre el 2003 y el 2009, Kaká se destacó por sus habilidades con el balón gracias a una dupla letal que formó con el ucraniano Andriy Mykolayovych Shevchenko. Logró sumar una gran cantidad de títulos como una Supercopa de Europa en el 2003, la Serie A y la Supercopa de Italia en el 2004 y dos de sus mayores logros con los rossonero: la Champions League y el Mundial de Clubes en el 2007, cuando alcanzó su mejor rendimiento en su paso por el conjunto italiano.
Y es que no era para menos, en la temporada 2006-2007 Kaká anotó en la Champions League 10 goles en 15 partidos, entre estos, uno de los mejores de su carrera como futbolista, nada más y nada menos que en Old Trafford contra el Manchester United en las semifinales de este torneo. Luego logró vencer al Liverpool en la final, una revancha frente a la derrota que había sufrido con los ingleses en 2005.
La gran temporada que tuvo en 2007 le permitió a Kaká ser catalogado como el mejor jugador del mundo y recibir el Balón de Oro. No se cansó de demostrar sus dotes a la hora de driblar, asistir y anotar. No obstante, esto no fue suficiente y también recibió el FIFA World Player, hoy en día conocido como el Premio The Best. Ninguno pudo siquiera ser su sombra y el brasileño puso el mundo a sus pies.
Su carrera siguió ascendiendo y dos años después de haber sido catalogado como el mejor jugador, el Real Madrid decidió que era el momento para que el brasileño vistiera los colores del club Merengue.
El 8 de junio de hizo oficial su fichaje por un valor de 65 millones de euros, siendo así el primer fichaje de la nueva era de Florentino Pérez como presidente del club.
Su inicio vistiendo los colores del cuadro español fue positivo. Sin embargo, las lesiones comenzaron a aparecer y su nivel fue bajando, a tal punto que en la temporada 2010-2011, cuando era dirigido por el portugués José Mourinho, no pudo jugar durante la primera mitad de la temporada por una lesión de rodilla, pero sí celebró su primer título como madridista que fue la Copa del Rey.
A pesar de la lesión, Kaká logró recuperarse y el año siguiente, en la temporada 2011-2012, recuperó parte del nivel que lo había llevado a las arcas madridistas. Marcó 8 goles y 16 asistencias en los 40 partidos en los que estuvo presente, para conseguir el título de Liga y en el que es considerado su mejor momento en el club madrileño.
Pero como todo lo que sube tiene que bajar, con el pasar de los años el rendimiento de Kaká dejó de ser el mismo y en la campaña siguiente volvió a decaer. Aunque en diciembre del 2012 se convirtió en el máximo anotador brasileño de la Champions League con 29 goles, en la temporada 2012-2013 tan solo jugó 26 partidos con el Madrid en los que marcó 8 goles y dio 5 asistencias, muy lejos a lo que había acostumbrado a los hinchas merengues.
Sin tener ya mucho protagonismo, en septiembre del 2013 el Milan confirmó el regreso de uno sus más queridos jugadores para vivir su segunda etapa como ‘rossoneri’ por dos temporadas.
A pesar de la gran expectativa que generó, la suerte no lo acompañó desde el inicio. En los primeros partidos que jugó sufrió una lesión en el abductor que lo llevó a estar por fuera de las canchas durante varias semanas y a tomar la decisión de no cobrar su sueldo mientras no estuviera recuperado.
Sin embargo, la segunda etapa de Kaká fue corta. El crack brasileño decidió rescindir su contrato con el cuadro italiano y en el 2014 fue cedido al Sao Paulo, tras el acuerdo al que llegó con el equipo de la MLS, el Orlando City. Allí, en Estados Unidos vestiría por última vez la camiseta de un club profesional.
Su retiro ya estaba más que cantado, los años y las lesiones le estaban pasando factura porque ya no era el mismo que puso a temblar a sus rivales cada vez que pisaba la pelota. El 15 de octubre de 2017 Kaká jugó su último partido con el Orlando City, en la derrota por 1-0 ante Columbus Crew, donde se iría entre lágrimas. Finalmente, el 17 de diciembre dejaría las canchas de fútbol, para dedicarse a otro tipo de actividades, eso sí, no muy alejadas de este mundo.
La carrera futbolística de Kaká ha sido admirable. El brasileño consiguió enamorar a los aficionados de los diferentes equipos en los que jugó y triunfar en cada uno de ellos. Sus títulos lo demuestran y los aficionados jamás olvidarán su versión de 2007 que puso de rodillas a todos, que además lo convirtió en el último jugador en levantar el Balón de Oro, antes de la llegada de dos futbolistas que marcaron una era única en este deporte, Messi y Ronaldo.