Vibradores y dildos no sólo han sido utilizados para alcanzar el orgasmo. En muchas partes del mundo se han olvidado de su misión sexual y los han empleado para callar ministros, robar, hacer atentados y golpear.
¡Shhh ministro!
La activista Josie Bulter no se pudo resistir. En febrero de este año le lanzó a la cara un consolador –muy realista– a Steve Joyce, ministro de Desarrollo Económico de Nueva Zelanda. Su ataque fue mientras el hombre daba una entrevista a la televisión y explicaba todo sobre un acuerdo comercial con el que la mujer no estaba de acuerdo.
Lea también: 4 Juguetes sexuales sólo para hombres
Lea también: ¿Qué diría su abuela de este vibrador sexual?
Contra la policía
Carolee Bildsten decidió amenazar a la policía con un juguete sexual cuando la fueron a buscar a su casa por no pagar la cuenta en un restaurante. La mujer, de 56 años, amenazó con lastimar a los policías con un potente vibrador que lo único que hacía era generar orgasmos. Fue retenida pero poco después recuperó su libertad.
Ataque a su propia mamá
Cara Claffy logró demostrar de lo que es capaz un vibrador. Después de tener una discusión con su mamá, decidió usarlo para darle muchos golpes. Según la policía, la víctima fue encontrada con varias lesiones en la cabeza y estaba sangrando. Toda esta novela ocurrió en Albuquerque, Nuevo México.
Lea también: Top de los mejores lubricantes
Un pipí bomba
Terry Lester Allen ha visto demasiadas películas en su vida. El hombre fue detenido porque construyó un vibrador bomba, que pretendía regalarle de Navidad a su exnovia. Según informes de la policía, el juguete sexual tenía en su interior pólvora y además disparaba cartuchos de escopeta. Lester fue condenado a 10 años de cárcel.
Foto: Derecho de autor: Argument / 123RF Foto de archivo