Que a Vladdo le guste un presidente.
Que a Aleida le guste un hombre.
Que nos privemos de ver a Alberto Plaza en una presentación de centro comercial.
Que Ramiro Bejarano y Felipe Zuleta publiquen una columna en la que no aparezca por ninguna parte el apellido Uribe.
Que Íngrid salude de pico a Clara.
Que Paola Turbay se empelote en SoHo.
Que alguien compre un software legal. O, al menos, un juego.
Que un liberado se resista a escribir un libro sobre su cautiverio.
Que los suscriptores de El Tiempo completen las colecciones de carritos de juguete.
Que la guerrilla decida no "hostigar" más a Toribío, Cauca.
Que Fernando Londoño devuelva las acciones. O que no se moleste cuando le sugieran que las devuelva.
Que el director de Fondelibertad conceda una entrevista en la que no alabe al ministro de Defensa y a los altos mandos militares.
Que Abdón escriba una columna que nos leamos todos.
Que un notario no complete lo de la quincena.
Que un cartucho de impresora dure más de tres meses y cueste menos de $50.000.
Que Santa Fe juegue… bien.
Que Pimentel pierda tranquilo.
Que Martha Lucía gane.
Que Carla Giraldo se defina.
Que Jerónimo y Tomás se aguanten un gustico empresarial.
Que a la Policía le duren las patrullas más de un año.
Que las tarjetas de minutos para celulares rindan.
Que progrese una, solo una, investigación preliminar de la Comisión de Acusaciones de la Cámara.
Que Rafael Correa venga a comer ajiaco, comprar artesanías en El Balay y conozca el Pueblito Paisa.
Que le avalen el cien por ciento de efectividad a la vacuna de Patarroyo.
Que en una Semana Santa no aparezca la imagen de la Virgen en una oblea, empanada, pared, bocachico, puerta o ventana.
Que sepamos quién mató a Galán. O que alguno de los que lo mataron confiese.
Que a uno le compren el carro por unos pesitos más de lo que dispone Motor.
Que produzcamos un vino de calidad.
Que se acaben las colas en Extranjería de El Dorado.
Que los vendedores de Omega 3 hablen despacio.
Que los fondos de pensiones jubilen a alguien.