En pleno Chapinero está Octava, lo último en rumba electrónica. El sitio es clandestino —lo único que lo identifica es un toldo negro con un triángulo— y la entrada es exclusiva para socios. Así que afíliese de una vez y enfiéstese en forma.
Únase al club
Para que le den la membresía, debe llenar un formulario en la página del sitio www.cluboctava.com. Lo bueno: es gratis. Lo malo: de sus respuestas depende si le permiten o no el ingreso, pues solo aceptan a quienes de verdad les gusta el house y el deep house. Si lo suyo es el vallenato o el Ras Tas Tas, no pierda el tiempo, está en el lugar equivocado.
Una nave
Los dueños se demoraron más de un año en terminar este búnker, inspirado en el avión stealth, esa ‘nave fantasma’ que ni los radares ubican. El lugar es, de verdad, único e irrepetible: las paredes están cubiertas por 4200 piezas de espuma —la acústica es increíble— y todas sus piezas de diseño, desde las barras hasta los baños y los techos, estuvieron a cargo del arquitecto Carlos Cortina.
Mejor imposible
Aquí le dan la bienvenida en un elegante lobby, donde debe registrarse. Y tranquilo, que no tiene que hacer colas ni rogarles a bouncers malencarados para que lo dejen entrar. Fuera de eso, le ofrecen taxis seguros y ángeles de la ruta y, si es socio, lo dejan invitar a todos los amigos que quiera (siempre y cuando llame a avisar).
Música, maestro
Hay tres DJ residentes, que los fines de semana se rotan con otros músicos locales. Aparte, hay bandas en vivo y cada mes se presentan unos dos o tres invitados internacionales, para que usted sepa cuál es la movida fuera del país. Esté muy pendiente de su calendario, que es de locos.
Cuándo: Abierto de viernes a sábado, desde las 10:30 p.m. hasta las 5:30 a.m.
Cuánto: La cerveza Miller cuesta $10.000 y un coctel tipo gin-tonic, $35.000
Dónde: Cra. 8 n.° 63-41