Auguste Rodin es considerado uno de los artistas más importantes del siglo XIX. Además de su aporte a la escultura moderna, dejó un gran legado en el arte erótico y SoHo recuerda algunas de sus obras.
El 17 de noviembre de 2017 se cumplen cien años de la muerte de Auguste Rodin. Un destacado artista francés que, a pesar de no haber pasado por la academia, le dio un nuevo significado al arte.
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Rodin intentó ingresar a una de las escuelas de arte más conocidas de París. Al ser rechazado se dedicó a esculpir y pintar de manera empírica. Según cuenta Juan Esteban Osorio en la Revista Arcadia, Rodin no era el más popular dentro de su gremio y mucho menos se destacaba por sus habilidades sociales. Pero cuando se refería a la escultura, cambiaba por completo -a tal punto que lo comparaban con Miguel Ángel-.
"El seductor de sus modelos, promiscuo, con una esposa que lo esperaba, lo celaba y lo protegía, especialmente de una escultora que daba la vida por él, aun a riesgo de jugarse su obra, su nombre y su cordura." Cuenta Osorio.
Por eso, SoHo reune algunas de las obras más atrevidas que esculpió Rodín:
Obra: Triton and Nereid
Esta escultura muestra a los dioses marinos sensualmente entrelazados. La figura de Tritón, acariciando el torso voluptuosamente modelado de la Nereida, encarna el espíritu del deseo y la veneración de Rodin por el cuerpo de las mujeres. El Met encargó una versión de mármol de tamaño excesivo de este trabajo, pero Rodin nunca lo completó.
Obra: The Hand of Rodin
Paul Cruet, asistente de Rodin, tomó un yeso de la mano de su maestro antes de su muerte y lo combinó con un pequeño torso femenino que había hecho Rodin. Los críticos lo consideran un tributo al genio del gran escultor más que una obra de arte.
Estas fueron otras obras conocidas del artista:
(Lea la crónica De cómo no pude ver a Rodin en Revista Arcadia)