La cantante vallenata puso a más de uno a hacerle «zoom» a sus fotos
La cantante de música vallenata, Ana del Castillo, siempre ha llamado la atención por una que otra polémica, su talento a la hora de cantar y, sin lugar a dudas, su belleza. Esta es una mezcla que a todos sus seguidores parece fascinarles, pues cuando sube una que otra imagen algo ligera de ropa, las reacciones no tardan en llegar y la temperatura de las redes sociales se disparan.
En esta ocasión, Del Castillo puso a sus más de dos millones de seguidores a sudar con una publicación en la que dejó ver algo más de su sensual cuerpo al bajarse la tanga que tenía puesta para seducir un poco más a todos aquellos que decidieran ver todo el carrusel de fotos que montó en su cuenta de Instagram. Eso sí, con tan sólo ver la primera, es muy probable que muy pocas personas se hayan resistido a seguir haciendo scroll.
Los comentarios por parte de todos los que vieron este post de la cantante vallenata no podían faltar y de los cerca de 1500 que ha conseguido, hasta el momento, la gran mayoría han sido para resaltar su belleza: “coshita bellaaaa”, “mamasitaa mía”, “bellisiimaaa”, “nojoda locoooooooo, mucho bolloooooo viiiiirgaaaaaaaa primaaa”, “hermosaaaa reiniiii”, “juepaaaaaaa, la diva” o “demasiado mi reina”.
Sin lugar a dudas, Del castillo no solo descresta por su gran talento a la hora de cantar, sino también por su sensualidad, la cual sabe utilizar muy bien para llamar la atención de todos aquellos que están pendientes de ella.
Ahora bien, Ana también ha estado inmersa en una que otra polémica, y quizá la más recordada es la que protagonizó hace un par de años en la puerta de la clínica Erasmo de Valledupar, pidiéndole al vigilante que la dejara entrar.
Sin embargo, ante la negativa del empleado, la situación se calentó y con un tono bastante amenazante dijo:.”¿Me vas a dejar aquí? ¿Y si yo te digo que tengo covid me vas a dejar aquí?... ¿Y si yo te grabo y suspenden a la clínica? Con los seguidores que yo tengo , si no me abres suspenden a la clínica. ¿Quieres que lo haga? —pregunta Del Castillo—. Ah, listo. Yo lo hago. Si no me abres, suspenden a la clínica y no tienes trabajo ni tú ni nadie, abre”.